¡VUELVE LA TRIBUNA!

El diario La Tribuna fue uno de los periódicos más importantes en la historia del Paraguay, desde 1925, cuando fue fundado por el político y periodista Eduardo Schaerer, hasta 1983, cuando calló sus máquinas impresoras bajo la dirección del constitucionalista Oscar Paciello.

Llamado “El decano de la prensa nacional”, atravesó momentos críticos de la historia de nuestro país. Se imprimía con el antiguo sistema de linotipo, con plomo fundido, en blanco y negro, en tamaño sábana (el doble del tamaño de los diarios actuales). No supo modernizarse a tiempo. Para sobrevivir a la censura dictatorial no tenía editoriales y realizaba pocas coberturas políticas. Las apariciones del diario ABC Color en 1967, y luego de Última Hora en 1973, impresos en el entonces moderno sistema offset (en el caso ÚH, pasó al ofsett en 1975), con mejor registro, fotos más nítidas, uso del color y tamaño tabloide más compacto y, por sobre todo, con un periodismo mas moderno y profesional, le quitaron protagonismo y lo relegaron al museo de los periódicos antiguos.

Bajo la dirección de Paciello, La Tribuna tuvo una etapa de muy buen contenido en los años 70, pero la mala calidad de su impresión le jugó en contra. Tenía sobre todo muy buenos artículos en su suplemento cultural, dirigido por el gran poeta José Luis-Apleyard, quien publicaba allí sus celebres monólogos en lenguaje popular jopara, encarnando a clásicos personajes. Muchos de los más brillantes periodistas, hombres y mujeres, pasaron por su redacción. En junio de 1979 sufrió la arbitraria clausura dictatorial junto al vespertino Última Hora por su línea crítica. La redacción funcionaba sobre la calle 15 de agosto casi Azara, donde hoy funciona la sede del Ministerio de Educación. En su última etapa se mudó a la avenida Artigas casi Brasilia, donde ya apareció en sistema offset, pero no logró remontar las pérdidas económicas y tuvo que cerrar.

Toda esta historia es para señalar que estamos recibiendo noticias sobre el regreso de La Tribuna, por ahora en formato digital, reivindicando el viejo histórico slogan de “Decano de la prensa nacional”. No sabemos aún si aparecerá también en versión impresa. No sabemos quienes están al frente de este nuevo y a la vez reciclado proyecto periodístico. Solo sabemos que el colega Ignacio Martínez fue uno de los convocados a brindar asesoría. La Redacción se ha montado en Presidente Franco y Ayolas, en un local que por mucho tiempo fue un concurrido pub nocturno.

Por de pronto, ya pueden leer sus primeros materiales periodísticos en el sitio www.LaTribuna.com.py.

Es llamativo e interesante que, en una época en que muchos emprendimientos periodísticos empresariales se declaren en crisis e incluso cierren sus redacciones, una marca histórica vuelva a la pelea después de cuatro décadas de silencio, creando nuevas fuentes de trabajo para los colegas y una nueva fuente de información para el público. Bienvenido y éxitos. Estaremos atentos para saber más y ver que onda.