A la poca lluvia se han adherido las fuertes heladas en el Chaco que han acabado todo el follaje verde y no espinoso que servían de sustento a los animales mayores y menores.
Algunos pobladores de Mariscal Estigarribia vaticinan un año de gran flaqueza. Así, Juan Giménez, que tiene solo animales menores, señaló que el alimento para sus especies de corral ha aumentado considerablemente de precio considerando la escasez que hay en el mercado.
Por otra parte, el heno o fardo para ganado mayor también tiene un costo bastante elevado considerando que un solo heno oscila entre G. 350.000 y G. 450.000 y que puede durar dos o tres días.
Para este sector empresarial, ante la puerta de crisis que se presenta, comienzan a desligarse de a poco de sus animales, aprovechando que aún se encuentran en condiciones. No obstante, la oferta para los frigoríficos ha disminuido.
La lluvia de este año no fue equitativa y quienes se beneficiaron con abundancia, la aprovecharon. Otros en cambio perdieron su cosecha por falta de agua y como consecuencia los rubros de autoconsumo y de renta. A esta crisis se suman las heladas tempraneras que ni siquiera dejaron con vida a los alimentos que se producen bajo tierra, como las batatas.
Según el gobernador de Boquerón, Darío Medina, hay bastantes pedido de agua y de alimentos especialmente en las comunidades más alejadas de la capital departamental, como Cacique Sapo, Escalante, entre otros.
La administración departamental trabaja en coordinación con la Secretaría de Emergencia Nacional, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay y las municipalidades locales para articular acciones y recursos para cumplir con los reclamos de comunidades indígenas y no indígenas.
Se espera que las lluvias retornen a finales de setiembre y continúen en el siguiente mes. UH