Asunción, Agencia IP.- En una nueva reunión de los países que integran Prosur, Paraguay, que ejerce la presidencia pro témpore, planteó la necesidad de constituir un frente regional unido y sólido, fomentando un abordaje amplio para combatir al crimen organizado en su compleja dimensión.
El planteamiento fue hecho por el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, durante la apertura de la VII Reunión de Jefes de Estado y de Gobierno y Altas Autoridades de Prosur, que se desarrolló este jueves en la ciudad paraguaya de Luque.
En primer término, el mandatario valoró el espacio de diálogo planteado en el marco de la reunión de Prosur, que según dijo, se ha constituido en una instancia «que sin abanderarse con ideologías políticas, aspira a dar respuestas a las necesidades de la región».
Indicó que el encuentro tiene como énfasis la lucha contra el crimen organizado trasnacional que se ha convertido en un enemigo común, que se debe combatir con el compromiso del más alto nivel y ante el cual se deben unir fuerzas.
En ese contexto, Abdo sostuvo que el crimen organizado se cierne de manera cada vez más peligrosa y manifiesta en el ámbito de la seguridad sudamericana.
Advirtió que el flagelo ha permeado las sociedades e instituciones, representando un riesgo real para las democracias y el estado de derecho, pues corroe los cimientos de la vida republicana, propicia la corrupción y pone el bienestar y la salud del pueblo.
Mencionó que en las últimas décadas la región se ha embarcado en procesos de integración que registraron importantes logros, sin embargo, reconoció que estos no han sido lo suficientemente eficaces para impedir el avance de dicho mal.
Ante dicha situación, consideró la importancia de fortalecer el proceso de intercambio de acción que se podría adoptar para constituir un frente regional unido y solido que pueda generar una red de alianzas, fomentando un abordaje amplio que permita combatir esta problemática en su compleja dimensión.
En esa misma línea, señaló que la globalización, el desarrollo tecnológico y la creciente interdependencia de los países potenció también la trata de personas, el tráfico ilegal de armas y drogas, el terrorismo y el lavado de activos.
Desarrollar herramientas conjuntas
Mario Abdo Benítez admitió que el gran desafío es desarrollar herramientas conjuntas para dar respuestas regionales coordinadas a fin de combatir las amenazas a la seguridad en sus diferentes dimensiones.
Así mismo, señaló la necesidad de fortalecer la capacidad de las fuerzas del orden público que es un imperativo para los gobiernos con miras a luchar contra los grupos criminales cuyos recursos superan los nuestros, agregó.
Sostuvo que la eficiencia de los sistemas de prevención del lavado de activos reviste una importancia primordial, teniendo en cuenta que los países son regularmente sometidos a la evaluación internacional con su consecuente repercusión en la atracción de inversiones y el acceso al financiamiento internacional tan necesarios para el desarrollo.
Por otro lado, expuso que la criminalidad no conoce ni respeta fronteras, exponiendo a un desprecio absoluto, por ello es necesario dar un mensaje contundente para enfrentarlo, mediante una lucha que articule e integre todos los estamentos de los estados y las diferentes instancias de seguridad.
Durante la reunión, las autoridades coincidieron en la necesidad de dar seguimiento a las iniciativas de diversas áreas como la salud, el transito de personas, medio ambiente, defensa, energía, gestión de riesgo e infraestructura a fin de avanzar en el intercambio de experiencias y buenas prácticas para fortalecer nuestras instituciones y facilitar el acceso al conocimiento.