La industria textil Manufactura de Pilar S.A. afronta un importante cambio generacional de trabajadores, atendiendo los años que lleva vigente en el mercado paraguayo. Llevar adelante ofertas de capacitación que permitan atender estas vacancias que deja el personal especializado para acogerse a la jubilación es una de las acciones acordadas durante el recorrido que realizó por la planta situada en la capital de Ñeembucú, la ministra de Trabajo, Mónica Recalde.
La visita permitió conocer el potencial de producción de la industria textil e identificar las prioridades en materia de capacitación laboral para seguir acompañando, desde el sector público, el desenvolviendo de este pulmón del desarrollo social y económico de Pilar.
“En la mayoría de los casos, nuestros operarios, sean técnicos o administrativos, están por encima de los 30 años de antigüedad, se pueden acoger a la jubilación con 55 años de edad; entonces, estamos trabajando con esa nueva generación que se va incorporando a la empresa, desde el nivel gerencial hasta el último operario”, mencionó el gerente general de Planta, Mariano Páez.
Entre los perfiles requeridos para los operarios, explicó que es necesario que tengan conocimiento de mecánica industrial, electricidad y electrónica. “Ese segmento, que es muy especializado, cuesta ubicar en el mercado, porque no tenemos tanta industria textil, más bien tenemos que ser formadores en forma interna, y sería interesante que desde el Ministerio de Trabajo se pueda promocionar para ver una línea especial de capacitación”, planteó el gerente general de Planta.
En respuesta, la ministra Recalde comunicó que se procederá a ampliar la sede del SNPP situada en Pilar para ofrecer electricidad industrial, además de mecánica y otras especialidades laborales que requiere actualmente la zona.
LARGA HISTORIA DE PRODUCCIÓN Y GENERACIÓN DE EMPLEOS
Manufactura de Pilar arrancó como una usina eléctrica allá por 1930, adicionando luego otras unidades de producción como la desmotadora, aceitería, jabonería, hilandería, tejeduría y acabados, hasta llegar a la actualidad con la incorporación de una nueva unidad que no contaba en el rubro industrial textil, que es la línea de las confecciones.
La fábrica en Pilar cuenta con 55.000 m2 edificados y con equipos tecnológicos que pueden producir hasta 10 millones de metros lineales de tejido anualmente entre anchos y angostos. La planta emplea a 400 operarios en forma directa y a 250 personas en forma indirecta, a través de los talleres tercerizados donde trabajan artesanos, serigrafistas y confeccionistas.
La producción abarca una variada gama de tejidos, 100% de algodón, destinados a indumentaria, artesanía, tapicería y blanquería. La fibra de algodón proviene principalmente del Chaco Py.
“Nuestro mayor segmento son nuestras 20 tiendas que venden nuestros productos; nuestra línea de clientes distribuidores que vuelven a vender nuestros tejidos en el interior; nuestra línea de clientes confeccionistas y nuestros clientes de exportación, para los mercados de Uruguay, Argentina y Brasil. La exportación representa el 20% de nuestra producción, mientras que el 80% se destina al mercado local”, detalló por su parte la directiva Lorena Caballero.
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