CAAZAPÁ – Las guardias médicas en los hospitales tienen sus distintas emociones, muchas veces los profesionales de blanco deben probar el amargo sabor de ver como la vida de una persona se les escapa de las manos, otras veces tienen la bendición de salvar milagrosamente vidas o quizás de ser partícipe de historias que reconfortan el alma.
Hoy el doctor Hermes Cardozo, llegó a su guardia en el Hospital Regional de Caazapá.
Para el joven médico la calurosa jornada se presentaba movida, pero jamás imaginó que pronto vería algo que le tocaría el corazón.
Lentamente vio a un hombre bastante mayor llegar al Hospital.
Á su lado se encontraba un perro negro azabache que al parecer sabía que su dueño no se sentía bien.
El can se negaba a despegarse de su dueño y con los movimientos que hacía era como si suplicara que atiendan a su amo.
El paciente era don Pedro Gamarra (84) y fue ingresado a la sala de urgencias rápidamente.
Su fiel amigo, se quedó firme en el pasillo de la sala.
Muchos dicen que el can parecía no encontrar una posición de descanso mientras esperaba ansioso la salida de su dueño.
El tiempo pasó y el señor se recuperó de su dolencia y fue dado de alta.
Tras abrirse la puerta de la sala de urgencias, el perro vio que el que salía era su amo.
Tanta fue su alegría que comenzó a dar vueltas, saltar y correr.
Era como si quisiese dar gracias a Dios y al mismo doctor Cardozo, por haber ayudado a su dueño.
Este emocionante momento fue captada en vídeos y tomas fotográficas por el doctor Hermes.
EJEMPLO PARA MUCHOS
Para muchos la historia no tendrá ningún valor, pero podemos decir casi con seguridad que el perro dió un ejemplo de fidelidad, paciencia y verdadero amor hacia su dueño, cualidades que a muchos humanos le falta cuando tienen allegados o amigos hospitalizados.
Fuente: Grupo Caazapa