La línea aérea regular que cubría gran parte de la patria, era el Transporte Aéreo Militar
A Pedro Juan tenía vuelos diarios de ida y de vuelta a Asunción, Concepción y San Pedro
Los aviones Douglas C 3, hacían parte del paisaje de los cielos de Pedro Juan Caballero
Los comandantes, azafatas y mecánicos tenían un trato familiar con los pasajeros.
Recuerdo que cuando llegaba el ruidoso y blanco avión, y se detenía en la cabecera de la pista,
Y luego que la inmensa polvareda roja se diluía, dos soldaditos corrían empujando una. enorme escalera con ruedas de goma, que eran para el descenso de los pasajeros.
Detrás partía otro clásico carrito rojo enorme de cuatro ruedas de goma, que servía para transportar las valijas y encomiendas que venían en el vuelo regular, dos soldados lo empujaban, y otro lo manejaba desde un enorme manubrio.
Todo lo hacían muy rápido, pues el mismo carrito se usaba para cargar de vuelta la bodega del DC3
Desde la casa de culata jovai, y corredor jeré, empezaba un caminero de material cocido rojo, protegido por un cercadito de madera, rojo y blanco
En la cabecera del cercado, el agente de la empresa aérea, don Zotti, recibía y despedía a los viajantes.
Adentro de la nave, los pasajeros eran recibidos por una señora de hermosa sonrisa y vestida con camisa blanca y pollera roja , era la azafata, que durante el vuelo, repartía sándwiches, gaseosas, y cocido con leche, desde un termo con tapa de corcho
Era lo más sabroso del mundo, y a mitad de viaje, repartía caramelos Tatin.
El que agradecía por viajar con ellos era el comandante, pero.a viva voz
no necesitaba micrófono, pues una cortinita separaba la cabina del pasaje
Era como.volar con aviones propios
Lindo haberlo vivido para poderlo contar.