Buscando que el Gobierno de Mario Abdo Benítez ponga fin a la “Reclusión Domiciliaria” que le impuso a la ciudadanía con el cierre de la frontera desde el 17 marzo, y por ende la mayor fuente de ingresos, el comercio destinado al Turismo de Compras, comerciantes y funcionarios se manifiestan exigiendo la APERTURA TOTAL DE LA FRONTERA, siguiendo las normas sanitarias que imponga el MSP y BS.
Entre todas las ciudades, incluido las fronterizas, Pedro Juan Caballero es la ciudad que tiene el menor índice de infectados y fallecidos, aún conviviendo en una frontera imaginaria de más de 10 kilómetros con el Brasil, Ponta Porã, detalle este que el Gobierno conoce muy bien.
De obtener el resultado esperado, se anuncian medidas más drásticas como ser, cierre de la ruta 5ª y la entrada de mercaderías de importación que únicamente beneficia a los grandes importadores que son minoría, y que alimentan a los personeros empotrados en el Gobierno.
El pueblo ya no aguanta y antes que morir por incidencia del Covid 19, llegará un momento en que comenzará a morir de hambre, pues el Gobierno no ha aportado un solo centavo para paliar las necesidades de esta ciudad, a no ser las coimas recibidas por policías y militares que supuestamente custodian el ingreso y salida de la frontera, especialmente en horas de la madrugada.
Si bien es cierto que autorizaron el “Comercio Interfronterizo” (sobre el alambrado), jamás fue suficiente, pues no fueron más que migajas que no cubren ni el 10% de las necesidades. Son más de 1.000 comercios y cerca de 6.000 personas que están sin poder trabajar y sin ingreso, lo cual hizo proliferar la delincuencia en todas sus formas.
La manifestación se inicia en contados minutos y la única respuesta a ser aceptable es la APERTURA DE LA FRONTERA.
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