Después de décadas en el anonimato, Paraguay está emergiendo como el próximo destino preferido en América Latina. Con sus prístinas reservas naturales, sitios históricos y ventajas económicas, nuestro país está listo para atraer tanto a turistas como a inversores locales e internacionales.
La ministra de Turismo, Angie Duarte, describe al país como «el secreto mejor guardado de América Latina». Con entusiasmo, Duarte afirma que su objetivo es cambiar esta percepción y transformar a Paraguay en un nicho floreciente para diversos tipos de turismo.
Entre las iniciativas destacadas está el turismo de naturaleza, aprovechando la vasta riqueza natural inexplorada del país. Paraguay posee una de las mayores reservas de agua del planeta y una impresionante variedad de aves, lo que lo convierte en un paraíso para los amantes de la naturaleza.
Además, nuestro país es la capital de la cultura guaraní y fue uno de los asentamientos clave de las misiones jesuitas del siglo XVII, lo que lo convierte en un destino ideal para el turismo religioso e histórico.
En el ámbito gastronómico, el país es famoso por la calidad de su carne, considerada «la mejor del mundo» según la ministra Duarte. También destaca por sus bebidas tradicionales como el mate y el tereré, y la caña de azúcar, para la cual buscan obtener una «denominación de origen» que certifique su calidad superior.
Paraguay también se está posicionando como un lugar atractivo para grandes eventos internacionales. Su seguridad, estabilidad macroeconómica, incentivos fiscales y una infraestructura de alta calidad son factores clave para atraer eventos culturales, científicos y deportivos.
Aunque Paraguay no tiene turismo de playa, la ministra Duarte asegura que el país ofrece numerosas ventajas comparativas sobre otras ciudades de América Latina. Una de las áreas que su ministerio está promoviendo es la inversión extranjera en bienes raíces, especialmente aquellas enfocadas en mejorar la infraestructura turística. «En Paraguay tenemos muchos hoteles, pero debido a nuestra gran riqueza acuífera necesitamos parques acuáticos y debemos desarrollar el turismo fluvial. Realmente hay mucho potencial allí», señala Duarte.
Con una serie de planes en marcha y una vasta gama de atractivos naturales y culturales, parece solo una cuestión de tiempo antes de que Paraguay desbloquee todo su potencial turístico y reciba la atención internacional que merece.