En los últimos días, las autoridades alertaron contra la propagación de la variante delta, detectada por primera vez en India y es considerada más contagiosa que el resto.
Ante el aumento de contagios de Covid-19, debido en parte a la variante delta más transmisible, ayer varios países tomaron nuevas medidas, como Israel que volvió a imponer el uso de la mascarilla en lugares públicos cerrados y Australia que confinó barrios de Sidney.
En Israel, un país que se jactaba de haber superado la crisis gracias a su campaña de vacunación, la población no estaba obligada a llevar mascarilla ni en interior ni en exterior desde el 15 de junio.
Pero, en los últimos días, las autoridades alertaron contra la propagación de la variante delta, detectada por primera vez en India y considerada más contagiosa que el resto.
Y este viernes restablecieron el uso obligatorio de la mascarilla en las empresas y los sitios públicos cerrados.
Desde el lunes se registran cada día en el país más de 100 nuevos casos de la enfermedad. El jueves, se detectaron 227 nuevos contagios, según las últimas cifras.
En Australia, que hasta ahora había logrado contener la propagación del virus en su territorio, las autoridades ordenaron el cierre durante una semana de cuatro barrios del centro de Sidney.
La medida fue adoptada luego de que esta semana se detectaran 65 casos positivos relacionados con un conductor de limusina contagiado cuando trasladó a la tripulación de un vuelo internacional del aeropuerto de Sidney a un hotel de cuarentena.
En India, donde la virulencia de la pandemia de hace unas semanas parece haber remitido, su estado más rico, el Maharashtra, también reforzó el viernes las restricciones ante el temor de una ”tercera ola más fuerte”.
Y Moscú, foco de la pandemia en Rusia, anunció el regreso del teletrabajo obligatorio para el 30% de los trabajadores de empresas.
La variante delta también preocupa en Portugal, cuyas autoridades decidieron interrumpir la retirada progresiva de las restricciones sanitarias e incluso endurecieron las medidas en Lisboa.
En España, un viaje de estudiantes a las turísticas islas Baleares derivó en un gran foco de contagios: Solo en la región de Madrid, 320 jóvenes dieron positivo y otros 2.000 debieron ser aislados. Pero, según fuentes sanitarias regionales, se trataría de la variante británica, llamada alfa.
Aunque hasta ahora todo indicaba que la situación mejoraba -con el número más bajo de nuevos casos diarios registrados en el mundo desde febrero, según la Organización Mundial de la Salud (OMS)-, la rápida propagación de la variante delta amenaza con provocar una nueva ola mundial, advierten expertos y autoridades sanitarias.
Esta variante, que se empezó a propagar en India en abril, está presente en al menos 85 países, y se considera entre 40-60% más transmisible que la variante alfa, a su vez más contagiosa que la que dominó Europa durante la primera ola.
África, muy lejos del resto del mundo en la campaña de vacunación, vive una tercera ola del coronavirus que aumenta la presión sobre unos hospitales sin apenas medios y ya sometidos a duras pruebas. “La tercera ola está ganando velocidad, extendiéndose más rápido y golpeando más fuerte”, declaró la directora de la OMS en África, Matshidiso Moeti, advirtiendo que la ola “amenaza con ser la peor hasta ahora”. UH