La inequidad social amenaza la paz en Paraguay, afirma Arzobispo en misa de Nochebuena

El cardenal Adalberto Martínez, Arzobispo de Asunción, señaló que “mientras subsista la inequidad, que excluye de una vida digna a una parte de la población, la paz social estará amenazada”. Fue durante la homilía de la misa de Nochebuena en la Catedral Metropolitana.

En la celebración eucarística por Nochebuena, el Arzobispo Metropolitano, señaló que el Niño Dios que nace en un pesebre tiene enseñanzas concretas para la vida personal y comunitaria; para las autoridades y todo el pueblo.

En ese sentido, indicó que en Navidad es importante que “guardemos silencio y dejemos que ese Niño nos hable”, y que grabemos en nuestro corazón sus palabras, sin apartar la mirada de su rostro.

“Si lo tomamos en brazos y dejamos que nos abrace, nos dará la paz del corazón que no conoce ocaso”, afirmó el cardenal en su homilía.

Asimismo, agregó que la gracia que ha aparecido en el mundo es Jesús, nacido de María Virgen, Dios y hombre verdadero.

“Vino a nuestra historia; compartió nuestro camino. Vino para librarnos de las tinieblas y darnos la luz. Jesús es el Amor hecho carne; es el sentido de la vida y de la historia que ha puesto su morada entre nosotros”, afirmó el primer cardenal paraguayo.

Explicó, que el nacimiento del Niño Dios es una llamada a reconocer la centralidad y opción preferencial del Padre hacia los pequeños, hacia los pobres, hacia los marginados de la sociedad.

En este sentido, indicó que la Iglesia asume como prioridad pastoral la opción preferencial por los pobres, de quienes están gravemente privados de los bienes materiales, sociales y culturales.

“El Papa Francisco nos invita a ser una Iglesia pobre para los pobres, sinodal, misionera, samaritana, de puertas abiertas, hospital de campaña para socorrer con urgencia a los heridos por el pecado personal y social”, dijo.

Paz social

Igualmente, Mons. Martínez señaló que un mensaje para la vida personal, para la Iglesia y para la nación de esta Navidad es la necesidad de trabajar por la paz social de la nación, con base en la justicia, el derecho y el diálogo.

“La inequidad social estructural del Paraguay amenaza la paz social. La justicia y el derecho son el camino de la paz, nos dice el profeta Isaías. Muchos hijos e hijas de este tierra, familias enteras, no encuentran el propio albergue, o posada en la patria. Viven desplazados”, apuntó.

Haciendo alusión a la letra de la canción Es linda nuestra tierra, de Manuel Frutos Pane, el arzobispo indicó que “el brillo del sol de justicia se apaga por la inequidad en el rancho campesino, indígena… Porque la tierra, el techo, el trabajo, la salud y educación les han sido negados y/o despojados”.

Adalberto Martínez aseguró que “alrededor de la mesa de la patria hay muchos que brindarán hoy debajo de la misma mesa para recoger las migajas, si sobran migajas, que caen de algunos opulentos y excesivos abundantes banquetes”.

Remarcó en su homilía que nuestra tierra es mucho más linda, “sería mucho más linda si en el rancho reina paz, si en el rancho de la patria reina la paz, pero también la justicia que es su hermana inseparable”.

Desarrollo económico

En otro momento de su homilía, Monseñor Martínez indicó que un desarrollo económico que no tiene en cuenta a los más débiles y desafortunados no es verdadero desarrollo, “Es desarrollo económico de fachada diríamos nosotros”, remarcó.

“Esta es una deuda de toda la sociedad, pero la responsabilidad principal de esa deuda recae en los representantes de la conducción del Estado paraguayo para proyectar políticas públicas y modelos económicos que se antepongan a intereses personales y corporativos que usurpan los intereses del bien común de la patria, profundizando aún más la inequidad social, amenazando y perturbando la paz social”, concretó el cardenal. LN