Asunción, Agencia IP.- Este domingo 28 inició el novenario en el marco de las festividades de la Virgen de Caacupé, con una homilía del sacerdote Miguel Fritz que denunció la desigualdad e injusticias en el acceso y distribución de la tierra, que deben ser revertidas en el Paraguay.
Con el tema «Los laicos incorporados a Cristo por el bautismo», se celebró el primer día de la novena en preparación de la fiesta de la Virgen de Caacupé, con un mensaje orientado hacia los derechos de las comunidades indígenas y campesinas del país.
«No es de sorprender que empeora el drama de los desalojos porque el hambre de tierra por parte de los agroempresarios es insaciable», denunció el religioso al exigir la derogación de la ley 6830 que, según afirmó, «se presta a criminalizar a indígenas y campesinas que luchan por un derecho reconocido en la Constitución Nacional, que es el acceso a la tierra».
«Da pena y vergüenza que año tras año tengamos que denunciar el cruel desalojo de comunidades indígenas, es una realidad que impresiona», afirmó Fritz, quien recordó las expresiones del Papa Francisco respecto a que «la propiedad privada no es un derecho absoluto como lo es la dignidad humana».
El religioso denunció que mientras las comunidades indígenas en su conjunto no poseen ni siquiera del 3% del territorio nacional, 2.000 personas son dueños de 30 millones de hectáreas.
«Necesitamos justicia para todos los que formamos esta gran familia de Paraguay porque todos tenemos la misma dignidad y deberíamos tener los mismos derechos, también los que hoy sufren desalojos», dijo.
Afirmó que «no agradan a dios los que emplean violencia, los que criminalizan a los que luchan por sus derechos legítimos, los que practican la corrupción y los que denigran a los que son diferentes».
Finalmente exigió que cesen los desalojos y llamó a impulsar un proyecto para promover la reforma agraria. «Exigimos una reforma agraria verdadera», añadió.
«Pongámonos en este camino juntos por un Paraguay mejor como el que anhelamos y merecemos», concluyó.