Andrés Colman Gutiérrez dice;
🎶🎸 HAS RECORRIDO UN
LARGO CAMINO, MUCHACHA
Mucho se ha dicho y escrito acerca del NO dado por la cantante argentina Lali Espósito a nuestra artista compatriota Aye Alfonso, durante su primera presentación en el concurso artístico “Factor X”, que se emite en su cuarta edición desde Madrid, España, por el canal español Telecinco.
Llama la atención la campaña de odio que se ha desatado en las redes sociales contra Lali, por “ofender al Paraguay”, cuando deberíamos comprender que “Factor X “es solo un concurso musical tipo “reality”, que tiene sus reglas para que funcione como show televisivo. En este tipo de programas siempre hay un “jurado malo” que -por contrato establecido con los organizadores- debe tirar “mala onda” y esta vez le ha tocado a Lali. Es la manera de crear tensión y generar polémica para buscar aumentar el rating del programa.
No soy muy fan del tipo de música que hace Lali, pero admiro su compromiso y su solidaridad con las buenas causas, como su postura crítica ante los abusos represivos del actual presidente argentino Javier Milei con los espacios de cultura.
He leído muchas opiniones muy válidas sobre la presencia de Aye Alfonso en “Factor X”, pero algunas demuestran desconocimiento acerca de cómo funciona este tipo de movidas.
Hay quienes sostienen que Aye, por ser una muy buena cantante local, “no debería prestarse a este tipo de shows”. Discrepo. “Factor X”, con todo su esquema comercial, es una ventana inmensa a un mercado artístico más universal, que por ahora el Paraguay no tiene.
De este concurso han salido grandes artistas, como Leire (la actual cantante del grupo La Oreja de Van Gogh). La invitación que le han hecho a Aye para que vaya especialmente desde el Paraguay a participar en esta cuarta edición en España (que se reinicia tras una pausa de cinco años) ya constituye un logro demasiado grande para nuestra artista compatriota. Marcará un antes y un después en su todavía joven carrera.
Muchos le reclaman “haber elegido” cantar una ranchera y no una polca o una guarania en su presentación inicial. Es otro desconocimiento de cómo funcionan estos shows. Los repertorios generalmente son establecidos con la producción del programa y es muy difícil que se admitan canciones que no sean reconocibles por la gran audiencia (principalmente española). En este caso optaron por “Amor Eterno”, una canción compuesta por el mexicano Juan Gabriel, pero que ha sido popularizada por la española Rocío Durcal, tendiendo un puente sonoro entre España y Latinoamérica. “Amor Eterno” es una linda canción y Aye supo imprimirle un estilo propio, por más que los expertos cuestionen cierta exageración en los vibratos. De todos modos, la propia satanizada Lali le dio a Aye la oportunidad de cantar brevemente luego una canción nueva, que ella misma ha compuesto, lo cual le otorgó un gran valor agregado a su presentación.
La presencia de Aye Alfonso en “Factor X” es histórica. Me agrada que en el jurado se encuentre también la estupenda cantautora española Vanessa Martín, muy cercana al tipo de música que hacen mis ídolos Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina.
En lo personal, me siento muy orgulloso de que esta hija de esos grandes músicos folkloristas, compueblanos míos, que son Los Alfonso (oriundos de mi pueblo natal Yhú), haya podido llegar tan lejos y con tanto talento.
No sé hasta donde podrá llegar en un certamen tan competitivo, pero el hecho de que esté allí, con su emblemático Poncho Para’i de 60 listas (recientemente declarado patrimonio cultural inmaterial de la humanidad) y sus aires de folklore guaraní, marcan símbolos locales que se hacen universales.
Aye Alfonso es una de las figuras más prometedoras que revitaliza el folklore y la música paraguaya para las nuevas generaciones. La he visto crecer artísticamente desde muy pequeña, cuando integraba el conjunto infantil y juvenil “Los Alfonsitos”, a la sombra de sus mayores. Justamente, hablábamos de ella y de su gran crecimiento con su tía Rosa Maria Alfonso, durante un lindo concierto de los Alfonso, hace muy poco tiempo, en la remozada Casa de la Cultura, en Yhú.
Como diría un clásico eslogan publicitario: “Has recorrido un largo camino, muchacha”.