Antes de la pandemia, la señora Irma Cabañas, se dedicaba a la venta de helados, pero ya que prácticamente todo paró, decidió reinventarse y dedicarse también a la elaboración de jabones artesanales. Primeramente, realizó los jabones de bicarbonato con vinagre, que fue todo un éxito ya que la gente le solicitaba muy a menudo.
Más adelante, elaboró los jabones de alcohol con limón, que sirve para el lavado de los cubiertos oxidados. También fabricó jabones de mamón que sirven para la limpieza de la cara, previendo la aparición de puntos negros y granitos.
Por último y el que más éxito tuvo fue el jabón elaborado a base de ruda, que sirve para espantar la mala vibra y atraer la buena suerte. TVS.COM.PY