Tras medio siglo de travesías que conectaron comunidades ribereñas, el icónico barco Aquidabán hizo su último viaje hacia el litoral norteño, hasta Bahía Negra. Como consecuencia se avizoran problemas de empleo, de logística y acceso a suministros de primera necesidad.
La embarcación conocida como el “supermercado flotante” salió este martes a las 12:00 de un embarcadero particular de Concepción rumbo a Bahía Negra, como lo hace habitualmente cada martes. Sin embargo, este viaje es especial, porque es el último que realiza llevando cargas y pasajeros, luego de más de 50 años de navegación.
Se la conoce más como lancha Aquidabán. Desde un principio, llevaba absolutamente de todo, desde agujas, frutas, verduras hasta electrodomésticos y biciclos, mercaderías que bajan en diferentes puertos, como Pinasco, Puerto Casado, Vallemí, Fuerte Olimpo y Bahía Negra; última parada en el Pantanal paraguayo, donde llega luego de tres días de travesía.
Además, numerosas comunidades ribereñas se verán privadas de acceso a artículos de primera necesidad, ya que desde Fuerte Olimpo hasta Bahía Negra no hay otra embarcación que realice el trayecto.
30 años de trabajo
Doña Ofelia Amaro es una mujer de 75 años, quien trabajó durante 30 años en la embarcación Aquidabán como revendedora. “Ya voy a tener vacaciones, ya me quedaré en casa después de 30 años, debo dejar a mis clientes”, señaló.
Este adiós marca el fin de una era en la navegación fluvial para la lancha Aquidabán, dejando atrás no solo recuerdos, sino también un vacío logístico y social que afectará a quienes dependían de sus travesías. UH