Hace aproximadamente 2 semanas que el país registra un importante descenso de casos positivos de COVID-19; así también, hay un significativo descenso en los fallecidos a causa del virus, lo que significa una meseta de descenso. “Se espera una segunda oleada allá por febrero o marzo, cuando la temperatura desciende y la gente vuelve a reunirse en lugares cerrados”, dijo el director de la XVIII Región Sanitaria de Asunción, doctor Robert Núñez.
Agregó que están viendo que el virus persiste más en la humedad y el calor. “No es que se le mata al virus con la temperatura elevada; es más, el calor y la humedad hacen que persista más el virus en las gotitas de agua, pero es más difícil de contagiar si estamos en lugares abiertos”, dijo, en contacto con La Unión.
Noviembre de descenso
“Realmente nosotros estamos prácticamente en una meseta; estamos hablando ya con la gente de epidemiología y nuestros jefes del Ministerio (de Salud Pública), estamos observando que se está manteniendo un nivel de contagio que es sostenido, incluso ya con tendencia a la baja”, puntualizó el profesional.
Manifestó también que esto se refleja en la cantidad de fallecidos que también va descendiendo paulatinamente con el paso de los días. Otro dato muy importante es que están disminuyendo los pacientes portadores del virus que requieren de respiradores.
“Vemos aparentemente que estamos llevando hacia buenas aguas con todo lo que es COVID-19, pero eso no tiene que hacer que la gente se relaje. Nuestra principal preocupación es la relajación de la gente, estamos en una etapa que se van a liberar más fases y esa liberación de fases no quiere decir que tengamos que olvidarnos del distanciamiento físico, del uso de tapabocas y de lavado de manos. Pero sí estamos en una meseta en una tendencia al descenso”, aseguró.
Los cuidados deben seguir
En otro momento, destacó que lo importante es mantener todas las medidas sanitarias como uso obligatorio de tapabocas, distanciamiento social, lavado de manos y encuentros al aire libre. “Yo creo que estamos en una etapa de verano en la que no podemos prohibir los encuentros, pero están ayudando mucho que se realicen al aire libre”, reiteró.
Recordó que para el año que viene se espera una segunda oleada ni bien empiece a descender la temperatura, ya que para este tiempo se espera que la gente se reúna en ambientes cerrados, lo que propicia un contagio masivo nuevamente.
Retorno a clases
En cuanto al retorno a clases, Núñez destacó que se deberían ver las experiencias de otros países para poder implementar la vuelta a las escuelas a nivel nacional. “En Paraguay, como parte del proceso sanitario, vivimos de la experiencia de los demás países y esa es una gran ventaja que tenemos, inclusive nos dieron las pautas de cómo manejar a los pacientes. Entonces tenemos que evaluar el retorno a clases de acuerdo a los demás países”.
Indicó que de acuerdo a eso se debería ver si los niños pueden cumplir con el protocolo sanitario. “En lo personal, yo, por mis hijos, preferiría que se dé que las clases presenciales sean opcionales, creo que obligatorio no debería ser por los riesgos propios”, concluyó el médico. LA NACION