En el departamento de Amambay, cercano a la frontera con Brasil, se encuentra el Parque Nacional Cerro Corá, y dentro de éste, Jasuka Venda -el cerro Guazú- sagrado para los Pãi Tavyterã; una elevación rocosa cubierta de bosques, con cuevas y nacientes de arroyos.
Allí está depositado el Jasuka, principio creador con el cual Ñane Ramõi Jusu Papa -“Nuestro abuelo grande eterno”-, engendró la palabra, la humanidad y el universo todo. Allí nacieron todas las plantas y animales conocidos por el hombre.
En 1993, el gobierno paraguayo promulgó la Ley 209, declarando de interés social y expropiando a favor de la comunidad Pãi Retâ Joajú las tierras del “Cerro Guazú” -7.681 ha-. Los Pãi arreglaron el sitio, construyeron alambradas, barreras corta fuego, o’guasu (casas tradicionales), koyg (sementeras), con una infraestructura básica y servicios de monitoreo y vigilancia. Sabiendo que Jasuka Venda es el referente material y espiritual imprescindible para su identidad como pueblo, han renovado su uso como sede de reuniones y ceremonias.
Para inventariar su patrimonio cultural, impulsar el estudio arqueológico y acabar con intromisiones ilegales en su propiedad sagrada con el pretexto del arte rupestre, carentes de método e intención científica; solicitaron la colaboración del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, España.
El arte rupestre presente es del “estilo pisada”, representaciones de huellas de ñandú, venado, jaguar y hombre similares a las de otras regiones de América del Sur, con una densidad mayor; también signos que parecen inscripciones rúnicas (vikingas).
El trabajo de la comisión española -bajo la dirección de José Antonio Lasheras- se llevó a cabo en la primavera de 2.008, durante 18 días con la presencia de mujeres y hombres de varias comunidades.
Uno de los sitios explorados fue el abrigo Itaguy Guasu, se excavaron solo dos metros cuadrados -ante la incomodidad de las comunidades y la supervisión de sus representantes- que fueron suficientes para determinarle una antigüedad de 5.000 años, la datación más antigua de poblamiento en Paraguay.
Se relevaron más de 1.350 signos, e inventariado más de 4.000 objetos. José Antonio Lasheras, considera que los hombres que habitaron el Amambay hace más de 5.000 años influenciaron con su forma de expresión a otras comunidades que vivieron en el sector meridional de América: “Teniendo en cuenta la densidad, cantidad y sobre todo el simple hecho de que en el Jasuka Venda es más abundante el arte rupestre, creo que desde allí se expandió esa forma de expresión”.en el abrigo Itaguy Guasu.
El ombligo del mundo de los Paî Tavyterá. Obra del artista paraguayo Lotte Schulz.