El economista y expresidente del Banco Central del Paraguay (BCP) Carlos Fernández Valdovinos expresó su preocupación con relación a la falta de compromiso que está demostrando la gestión del gobierno de turno, que incluso había diseñado un plan de convergencia, lo cual no es nada bueno para el país, pues se está ganando la mirada atenta de las calificadoras internacionales de riesgo.
El especialista explicó que la solvencia fiscal de años anteriores justamente llegó a ser la base para ganarse buenas calificaciones de la deuda soberana. “La falta de compromiso con los límites establecidos en la LRF y con el propio plan de convergencia diseñado por el gobierno ya empieza a llamar la atención de las calificadoras de riesgo”, expresó según su análisis en Twitter.
Hay que mencionar que durante este año electoral minaron las iniciativas parlamentarias que pretenden ampliar los gastos públicos y alejarse aún más de la meta de la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF), cuyo tope establecido en años normales es de 1,5%, y la propuesta actual de Presupuesto General de la Nación (PGN) incluye un máximo de 2,3%. El PGN remitido al Congreso sugiere unos US$ 14.500 millones.
Dinámica fiscal en reversa
Y fue con base en este contexto que Fernández Valdovinos planteó un cuestionamiento de “cómo va la dinámica fiscal”, a lo que respondió que desafortunadamente no como debiera. Esto debido a que comparado con niveles “normales” o promedio en el periodo prepandemia hace 3 años, Paraguay sigue mostrando el mayor deterioro de las cuentas públicas.
Es así que si se compara el déficit primario actual del 2022 frente al periodo comprendido entre 2017-2019, se encuentra un -2,5% del producto interno bruto (PIB), situando a Paraguay como uno de los países con mayor endeudamiento de la región por encima de Colombia (-1,8) y Uruguay (-0,7), por lo que el país se encuentra con “luces amarillas” que ameritan tomar medidas, explicó.
Asimismo, fundamentó que los choques económicos derivados del COVID-19 no pueden ser excusas de un “factor exógeno”, situación muy utilizada por el gobierno en los últimos 4 años para intentar tapar la falta de gestión, pues todos los países sufrieron el mismo golpe.
Por lo tanto, el expresidente del BCP sentenció que no se puede justificar el mediocre desempeño fiscal en este 2022 por los vestigios de la pandemia ni por la sequía que también azotó al país, pues sencillamente se trata de un malgasto, acotó. LA NACION