VÍCTIMA, EN LA MIRA DE LA ACA POR NEGARSE AL “IMPUESTO REVOLUCIONARIO”

VÍCTIMA, EN LA MIRA DE LA ACA POR NEGARSE AL “IMPUESTO REVOLUCIONARIO”
Los criminales intentaron matar a administrador al fallar el secuestro
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El administrador de la estancia Agüerito está en la mira de la Agrupación Campesina Armada (ACA) porque se niega a pagar el “impuesto revolucionario”. Christopher Exey Edwards, brasileño, de 58 años, logró zafar el viernes pasado de una emboscada en la que se cree que, inclusive, tenían previsto matarlo. Este frustrado atentado fue atribuido justamente a la ACA.
Los miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta contabilizaron aproximadamente 25 impactos de balas y encontraron disparos de armas largas 5.56, 7,62 y de escopetas. Esto revela que los atacantes actuaron con total criminalidad, por lo que no se descarta que el objetivo, al fallar el secuestro, haya sido matar al administrador.
Edwards fue varias veces advertido que debía pagar el “impuesto revolucionario”, que consiste en entregar una determinada suma de dinero a los de la ACA (en otros casos al autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo) para que estos grupos no atenten contra la integridad de los ocupantes de la estancia o contra los bienes.
Sin embargo, aparentemente Edwards se negó a pagar, lo que le puso en la mira de la ACA, específicamente.
El pasado viernes a la tarde, unas seis personas armadas interceptaron la camioneta de Edwards, en el predio de la hacienda situada en Cuero Fresco, jurisdicción de Horqueta (Concepción).
Edwards y su guardaespaldas Rafael Isis Medina iban en una camioneta con destino a un determinado punto del establecimiento.
Cuando llegaron al río Aquidabán para tomar una balsa y cruzarlo fueron interceptados por un grupo de hombres fuertemente armados, que serían de la ACA.
Los criminales abrieron fuego contra el rodado, sin embargo, Edwards, Isis Medina y otro centinela que estaban esperando en la balsa respondieron a los tiros.
En medio de la balacera, el administrador de la estancia y sus custodios se arrojaron a las aguas del Aquidabán, y la corriente los alejó del sitio, lo que les salvó del ataque.ABC