Hasta ahora, no se pudieron cumplir los anuncios de repatriación de sus restos.
Un día como hoy, pero del 2006, falleció el exdictador Alfredo Stroessnera los 93 años hospitalizado en la capital del Brasil. Había sido forzado a dejar el poder y el país en 1989 tras el golpe militar encabezado por su propio consuegro, el general Andrés Rodríguez.
Sus últimos días vivió en su residencia del Lago Sur, de Brasilia. Sus restos también descansan en el cementerio de la capital brasileña, donde fue enterrado con un traje azul, camisa blanca y la insignia del Partido Colorado en el ojal.
“Septisemia grave con choque séptico”, decía el informe médico del hospital Santa Luzía, como causa de muerte del hombre que por 35 años dominó el Paraguay con mano dura.
Así terminaron sus casi 17 años de exilio, sin poder regresar. Tras su fallecimiento, sus familiares tampoco pudieron repatriar sus restos, a pesar de los anuncios.
Las enfermedades del dictador
Dos semanas antes, había sido operado de una hernia inguinal, pero tenía una serie de enfermedades asociadas como “dolencia pulmonar obstructiva, hipertensión arterial sistémica, insuficiencia arterial crónica periférica, fibrilación arterial permanente y secuelas de un accidente vascular cerebral esquémico”.
“Pequeño, esquelético, reducido a apenas 45 kilos de peso, vencido por las enfermedades y el paso del tiempo, el ex dictador Alfredo Stroessner murió a las 11.20 de la mañana, hora brasileña (a las 10.20 en Paraguay)”, escribió entonces el periodista Andrés Colmán Gutierrez, enviado especial del diario Ultima Hora.
En el 2012, siendo senador su nieto Alfredo “Goli” Stroessner Domínguez, la familia había optado por no insistir en la repatriación, en medio de unas protestas de las víctimas de la dictadura. El entonces legislador había dicho que podrían traer los restos “en el momento que nosotros querramos”.