El fallecimiento de una joven de 28 años que cayó de un ómnibus de la Línea 2 volvió a poner en debate la presencia de molinetes en el transporte público y el grado de peligro que representan. Un grupo de empresarios insiste con mantener estos artefactos en los buses, sobre todo ante la inminente implementación del billetaje electrónico.
Una estudiante universitaria de nombre Carmen Vázquez Almada (28) falleció el pasado lunes luego de sufrir un traumatismo de cráneo, producto de la caída que tuvo de una unidad de la Línea 2 que realizó una maniobra brusca al momento de girar.
Este hecho puso nuevamente en el tapete la cuestionada presencia de molinetes en buses del transporte público. Cabe recordar que hace unos años atrás, varias empresas se habían beneficiado con un fallo de la Corte Suprema que suspendía los efectos de la Ordenanza Municipal 221/91 que prohibía el uso de este tipo de artefactos.
La muerte de la joven de 28 años demostró lo expuestos que están los usuarios del transporte público al lidiar con estos artefactos que además generan condiciones poco accesibles para personas con movilidad reducida como las embarazadas, las personas obesas, los adultos mayores y los niños.
César Ruiz Díaz, titular del Centro de Empresarios Transportistas del Área Metropolitana (Cetrapam), hizo mención al fallo de la Corte que data del año 2007 y defendió la presencia de los molinetes en unidades del transporte público de pasajeros.
A su criterio, esta es una herramienta muy útil que facilita el conteo de pasajeros al momento de realizar los viajes y que también es utilizada en otro tipo de medios de transporte (metro o subte) en países como Argentina o Brasil. “Nunca vamos a dar el gusto al 100% de la sociedad”, expresó.
Un grupo de empresarios, vinculado a una de las empresas que explotará el billetaje electrónico, insiste con mantener los molinetes en los buses bajo la excusa de que ayudarán al control de pasajeros una vez que entre en vigencia este sistema.
Sin embargo, la otra empresa que prestará el servicio asegura que el uso de los molinetes es prescindible en primer lugar por preservar la seguridad de los pasajeros y teniendo en cuenta que la tecnología ofrece los soportes necesarios para controlar la cantidad de pasajeros con las cámaras de seguridad o los sensores de movimiento.