El stock bovino de machos que reflejó el primer periodo de vacunación es un tema que preocupa a las autoridades nacionales, dado que las existencias de novillos experimentaron una caída de 82.252 cabezas, de 909.046 a 826.794 reses entre 2019 y 2020.
Es la segunda baja anual consecutiva, ya que de 2018 a 2019 el hato de novillos tuvo un descenso de 85.000 animales, aproximadamente. Mientras tanto, en 2020 las existencias de toros en el país aumentaron en 26.950 reses hasta las 1.324.189 cabezas.
El Dr. Tomás Acha, especialista que calificó bovinos en pista y lideró sanitariamente a varios establecimientos de renombre del país, dijo que “para el engorde de animales en Paraguay, dentro de los sistemas productivos, se debería insistir mucho en los novillos”.
Una de las principales razones que puso a consideración, pese a que el toro gana un 12 a 14% más de kilos que el novillo, es que la calidad carnicera del animal entero frente al castrado “es inferior”, y así “no vamos a poder ingresar a los mercados premium”.
Acha aseguró que producir carne de toro “responde a la pregunta de por qué algunos proveedores de carne exportan su producto con un valor superior al nuestro”. Y agregó: “La calidad de carne promedio del país no es buena”.
En cuanto al manejo en el campo, el médico veterinario dijo que el novillo “nos permite desarrollar un trabajo en volumen, sin problemas de robos de servicios, de rotura de instalaciones y más; evita una infinidad de dificultades que genera la cría de toros para engorde”.
El profesional comentó que en Paraguay hay mucha transmisión de números entre ganaderos pero sin una evaluación real. “Hay cálculos que se dicen pero realmente no se hacen. Se deben medir los problemas que implican criar toros dentro del servicio, el gasto de alambrados y la sanidad de los animales; sin olvidar que el avance genético se ve en problemas”, añadió.
Finalmente aseguró que “es preocupante el comportamiento del stock” de machos en el país. “Hoy los invernadores que compran para feedlot o pasturas están pagando más por toros, y ese diferencial de precios debería ser a favor del animal castrado”, subrayó.
Y ratificó: “Es indiscutible que un ternero castrado al nacer y faenado a los dos años o dos años y medio será premium en cualquier mercado, pero un toro de tres años nunca lo será”.
Fuente: Valor Agro.