Síndrome de Burnout o “papás quemados”: qué es y cómo afecta en el día a día

Este síndrome puede deberse a diferentes factores, entre los cuales pueden estar: problemas de conducta en la niñez, mala distribución de actividades, ser madre/padre soltero/a y no disponer de recursos para pagar servicios de cuidado infantiles, entre otros.

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Si bien ser padres es todo un desafío, son muchos los que lo asumen el rol con responsabilidad, amor y paciencia, pero en determinadas ocasiones, el cuidado de los niños puede resultar agotador.

El día a día de muchos padres puede ser complicado: atender a las necesidades de los hijos, hacer frente a sus rabietas, a niños nerviosos, los deberes, además de llevar una casa y atender las obligaciones laborales. Todo esto puede conllevar alteraciones en el bienestar de los progenitores y provocar en ellos lo que se conoce “como síndrome de burnout”

Pero ¿Qué es el síndrome de burnout?

Al respecto, el Dr. Robert Núñez explicó que, el síndrome de burnout, es el síndrome del cuidador quemado. “Se produce cuando los padres experimentan una sobrecarga. El síndrome de burnout se manifiesta cuando aparece la sensación de no tener tiempo para uno mismo, de no disponer de un segundo ni para ir al baño solos, enojos frecuentes, ganas de llorar”, detalló.

El síndrome de burnout ocurre cuando una persona está sometida a un estrés constante y continuado – agregó el profesional – señalando que, sus consecuencias pueden ser muy perjudiciales para el bienestar físico y psíquico del padre o madre, así como para el de la familia.

En ese sentido, aconsejó prestar atención a los síntomas del síndrome de burnout para poder hacerle frente y evitar así sus efectos negativos. “Los niños y niñas no necesitan madres y padres perfectos, sino madres y padres que les contagien bienestar”, apuntó.

Síntomas del síndrome de burnout.

Los síntomas que pueden alertarnos de la presencia del síndrome de burnout o sobrecarga de los padres son los siguientes:

•Actitud indiferente y negativa: pérdida de interés por las actividades favoritas.

• Aislamiento social.

•Enfermedades frecuentes y dolor crónico.

• Dificultad para concentrarse.

•Cambios en los patrones del sueño.

• Cambios en el apetito y en el peso.

•Sentimientos en el apetito y en el peso.

•Consumo inadecuado de alcohol o medicamentos.

•Sentimientos de desesperación, impotencia.

•Estrés, ansiedad, intensos.

•Ganas de llorar sin razón aparente.

¿Por qué se produce el síndrome de burnout?

Cuando una persona se sobrecarga por encima de sus posibilidades (posibilidades normales de cualquier persona), aparece la respuesta de estrés. Cuando estamos demasiado tiempo sometidos a estrés y al cansancio, surge el agotamiento, nuestra mente y nuestro cuerpo se niegan a continuar. El síndrome son las respuestas del cuerpo que nos dice “que debemos parar y se necesita descansar”, afirmó el doctor Núñez.

“El síndrome de burnout, sin el tratamiento adecuado puede interferir en el día a día de los afectados, impidiendo que lleguen a desenvolverse de una manera adecuada” subrayó.

La American Psychological Association (APA) dio a conocer que, en 2018, la investigadora belga Isabel Roskam y algunos colegas desarrollaron una medida llamada “Parental Burnout Assessment” después de encuestar a más de 900 padres que habían determinado que estaban agotados.

En 2022 se llevó a cabo un reporte de la Universidad de Ohiopara resaltar que, lasmamás con burnout o con el síndrome de «papá quemado» tendrán agotamiento constante porque los padres que trabajan no tienen suficiente apoyo.

The New York Times compartía una cita de Jennifer Yen, psiquiatra de UTHealth Houston:

“Al igual que con el agotamiento, el agotamiento de los padres se define como el agotamiento físico, emocional y mental debido a las exigencias del cuidado de los hijos”.

Etapas del burnout

Moïra Mikolajczak, investigadora belga citada por la American Psychological Association señalaba que: ”el agotamiento es el resultado de demasiado estrés y la falta de recursos para hacerle frente”.

Además, dividió las etapas del burnout en cuatro principales:

-Primera etapa: agotamiento abrumador y dependiendo la edad de los niños, los padres pueden tener exceso de cansancio físico, mental o agotamiento emocional.

-Segunda etapa: distanciamiento, que lleva a que los padres dejen a sus hijos, desatendidos para lograr conservar su energía.

-Tercera etapa: esta es, según Mikolajczak, de las más complejas, porque es el momento en el que los padres se arrepienten de maternidad o paternidad. Incluso, sienten pérdida de satisfacción en la crianza de sus hijos.

Es la etapa del burnout cuando los padres suelen decir frases como «amo a mis hijos, pero me arrepiento de ser mamá o papá».

-Cuarta etapa: violencia, incluso el burnout suele terminar en esta consecuencia o en negligencia con los niños, esto, aun cuando los padres se oponen filosóficamente a una crianza con golpes.

Los mismos expertos aseguran que los papás piensan en «los padres que fueron, los padres que les gustaría ser y los padres en los que se han convertido» Se recomienda que los padres estén atentos a signos como fatiga, irritabilidad, cambios en el sueño y ánimo.

¿Qué podemos hacer ante el síndrome de burnout?

Por suerte, “el síndrome de burnout puede evitarse sin demasiadas complicaciones y puede tratarse para una rápida recuperación.

En esa línea, el Dr. Robert Núñez brindó varias recomendaciones para evitar que algunos “padres se sientan quemados”, además para prevenir y tratar el síndrome de burnout:

-Ante cualquier síntoma consulta a un especialista o el médico, para que pueda aportar el tratamiento más adecuado.

-Aprender a gestionar el tiempo y a organizar las tareas. En muchas ocasiones una falta de organización es la causa del agotamiento.

-Pedir ayuda a familiares y amigos.

-Cuando se necesite, se debe delegar en otras personas funciones relacionadas con el cuidado de los hijos. Son muchos los familiares a los que se puede recurrir.

-Procurar llevar un estilo de vida saludable que ayude a combatir y prevenir el estrés: ejercicio, rutina de sueño, alimentación, etc.

-Dedicar un tiempo para uno mismo/a. “Es bueno tener un tiempo para uno mismo, que nos permita desconectar y centrarnos en nosotros mismos. Puedes dedicarlo a un hobbie, vida social, etc”.

-Aprender a decir no y respetar tus límites para que los demás los respeten.

-Buscar alguna actividad relajante e introducirla como rutina en el día a día: meditación, yoga, leer un libro, charlar, etc.

Aunque exista la creencia que para ser buenos padres hay que sacrificarse, se debe tener en cuenta que, al hacer eso, estarías descuidándote Es importante primero cuidar de uno mismo para poder cuidar bien de los hijos.