Ser donante de órganos transforma la esperanza de muchas personas en una realidad

Agencia IP.- Para muchas personas de todas las edades, pacientes crónicos o terminales, el trasplante de órganos, tejidos o células es un tratamiento valido a las enfermedades; cardíacas, pulmonares, renales, oncohematológicas, entre otras.

En algunos casos, hace la diferencia entre la vida y la muerte, y en otros, mejora la calidad y la expectativa de vida. Esta alternativa es una esperanza para recuperar la normalidad, retomar actividades laborales, trabajar y disfrutar del tiempo en familia.

En nuestro país el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), es el organismo rector, coordinador y financiador de todas las actividades referentes a la donación y los trasplantes.

Actualmente, existen un total de doscientos sesenta y seis (266) personas registradas en la Lista de Espera Única Nacional de nuestro país, distribuida de la siguiente manera:

Lista de espera única nacional
Órganos y tejidosCantidad de pacientes en espera
Córneas172
Riñón82
Corazón7
Hígado5
Total266

Cabe aclarar, que los pacientes que necesitan tejidos (fueras de las córneas) no están registradas en una lista de espera ni tampoco los pacientes portadores de enfermedades oncohematológicas. En estos casos se plantean las soluciones de manera inmediatas según disponibilidad de los tejidos (en los bancos de tejidos) o de donantes en caso de trasplante de médula ósea (CPH).

Los enfermos renales con indicación de trasplante, en caso de tener un donante vivo en la familia, tampoco ingresan en la lista de espera.

Cifras finales de trasplantes en Paraguay

El Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), informó que durante el 2023 se registraron un total de 203 trasplantes de órganos, tejidos y células, cuyo resumen se presenta en el siguiente cuadro:

Trasplantes
Córneas94
Corazón5
Riñón39
Médula ósea63
Hígado2
Total203

Los trasplantes de córneas del año 2023, tuvieron como responsables a las Fundaciones Fernando Oca del Valle y Visión, quienes a su vez mantienen convenios con diversas instituciones para la obtención de córneas.

Es destacable que de un solo donante fallecido puede obtenerse varios órganos y tejidos que impactan positivamente a beneficio de muchas vidas.

La donación de órganos no solo representa una alternativa terapéutica vital, sino que renueva la esperanza y brinda una oportunidad de vida que va más allá de las barreras, siendo un gesto noble e imprescindible que debe ser respaldado por la sociedad. Sin donantes, no hay trasplantes.

Marco regulatorio para la donación de órganos

En Paraguay, según la modificación de la Ley N° 6170/18, conocida como Ley Anita, toda persona mayor de 18 años es considerada donante de órganos y tejidos posterior a su fallecimiento, a menos que haya expresado en vida su negación hacia la misma. Dicha negativa puede ser expresada ante el INAT o instituciones habilitadas.

En el caso de fallecimientos de menores de 18 años, debe existir una expresa autorización de los padres o tutores legales para la donación de órganos y tejidos.

No se puede realizar ablación en casos específicos, como muerte encefálica no verificada por dos médicos, pacientes en institutos neuropsiquiátricos, embarazadas, y médicos tratantes del fallecido.

En caso de muerte violenta accidental, no existiendo constancia en el INAT de voluntad expresa de oposición, se debe contar con la autorización judicial.

Tipos de donantes: vivos y cadavéricos

Sólo ante una necesidad, frente a la falta de donantes cadavéricos, se plantea la posibilidad del donante vivo, debiendo existir un vínculo familiar de acuerdo a la ley. Esta alternativa se refiere al caso de trasplantes renales y hepáticos en niños.

El órgano más común que se dona en vida es el riñón, ya que una persona puede desarrollar una vida normal con un solo riñón en funcionamiento.

La donación de órganos entre familiares está permitida exclusivamente cuando se estima que no afectará la salud del donante y existan perspectivas de éxito para el receptor.

El donante vivo también se refiere al trasplante hepático (segmento hepático) y algunos tejidos renovables (sangre, médula ósea) o considerados como desechos (sangre del cordón umbilical, CPH).

En cuanto al donante cadavérico, debe morir en una circunstancia especial que se denomina “muerte encefálica o muerte cerebral”. Los órganos se mantienen viables hasta el trasplante.

Es esencial comprender la diferencia entre muerte encefálica y coma. Cuando una persona se encuentra en coma, está viva. Es una pérdida transitoria de conciencia, con actividad cerebral bioeléctrica.

La muerte encefálica es un estado más allá del coma, es la «muerte de la persona», hay una pérdida total e irreversible de las funciones cerebrales (conciencia y funciones vegetativas), y su diagnóstico requiere un proceso clínico y estudios confirmatorios. Siempre ocurre en las unidades de terapia intensiva y corroborado por especialistas (neurocirujano y/o neurólogo).

Proceso de donación de órganos: una carrera contra el tiempo

La ablación y trasplante de órganos debe realizarse con la mayor rapidez posible para prevenir el deterioro de los órganos, siendo crucial el «tiempo de isquemia» desde la extracción hasta el implante: pulmones (hasta 2 horas), corazón (hasta 4 horas), páncreas e intestino (hasta 6 horas), hígado (hasta 12 horas), riñones (de 24 a 48 horas) y córneas (hasta 15 días). Este proceso beneficia a múltiples receptores, incluyendo hueso, piel y tejido vascular.

Registro de donantes de médula ósea: un compromiso de vida continuo

La donación de medula ósea (CPH) es un acto altruista que se realiza a nivel mundial, mediante ella, millones de personas que sufren de distintas enfermedades oncohematológicas pueden acceder a la oportunidad de seguir viviendo y mejorar sus condiciones de vida. Algunas de las enfermedades que pueden requerir de esta donación son la leucemia, mielomas, linfomas, entre otros.

Es crucial crear un registro de donantes para médula ósea (CPH). A nivel nacional, se cuenta con aproximadamente 2.000 inscriptos. No obstante, se recalca la necesidad de contar con más interesados. Los donantes deben estar en una edad comprendida entre los 18 a 45 años.

Para contar con dicha base de datos, es necesaria la toma de muestra mediante un hisopado de la mucosa oral, el cual es enviada para su tipificación antígeno leucocitario humano (HLA). Una vez obtenido el resultado, se procede a la inclusión en el Registro Nacional y esto posibilita a su vez ser parte del registro mundial World Marrow Donor Association (WMDA).

En nuestro país se realizaron 63 trasplantes de CPH (medula ósea) en centros asistenciales como el Instituto de Previsión Social (IPS), el Hospital General Pediátrico Acosta Ñu y el Hospital de Clínicas.

Desmintiendo mitos

Aún son muchas las interrogantes y creencias que las personas tiene con respecto a la donación y al trasplante de órganos y tejidos. A continuación, te contamos sobre las dudas y mitos más frecuentes:

  • ¿Si en el hospital saben que soy donante, van a limitar los refuerzos para salvarme la vida?

El principal objetivo es salvar la salud y la vida, el personal médico no conoce la decisión o no de ser donante. Al momento del diagnóstico de muerte encefálica o parada cardíaca, se procede a realizar la consulta al INAT. En ningún caso se contempla la limitación de esfuerzos médicos para favorecer el trasplante de órganos y tejidos en el territorio nacional.

  • ¿Las religiones prohíben la donación de órganos?

Ninguna religión prohíbe la donación de órganos, de hecho, la aceptan y promueven este acto de amor y altruista en pro del bienestar y la vida de otra persona.

  • ¿El cuerpo del donante se desfigura con la ablación o extracción de los órganos?

Como en cualquier otro procedimiento quirúrgico, se busca preservar la estética del cuerpo. Es importante destacar que el cuerpo del donante es tratado con respeto, salvaguardando su dignidad, apariencia física y estética corporal.

  • ¿Cómo se distribuyen los órganos y tejidos obtenidos de un donante fallecido?

Habiendo un donante de órganos, existen varios criterios médicos para la adjudicación en los pacientes registrados en la lista de espera.

Estos criterios son diferentes de acuerdo a cada órgano. Por ejemplo, para el corazón son indispensables la coincidencia del grupo sanguíneo, el peso y la edad. Para la adjudicación del riñón se tiene en cuenta la edad, grupo sanguíneo, tiempo de diálisis, último acceso vascular para hemodiálisis y sobre todo, la coincidencia HLA donante-receptor.

Contacto e información adicional

Los que estén interesados en obtener más información, pueden comunicarse al correo electrónico [email protected], llamar al +595 21 286 337, o acercarse a la sede del INAT, ubicada en Capitán José Lombardo casi Avda. Santísimo Sacramento.