Seis policías y 11 campesinos fallecieron el 15 de junio del 2012 durante un enfrentamiento en Curuguaty a consecuencia de una invasión de tierras. Los inicialmente condenados fueron absueltos en abril pasado.
En la zona de Marina Cue, distrito de Curuguaty, departamento de Canindeyú se registró uno de los hechos más sangrientos de los últimos años en Paraguay: la masacre que dejó 17 fallecidos a causa de un conflicto de tierras.
El megaoperativo con 300 uniformados comenzaba como el desalojo de un terreno que supuestamente pertenece a la familia Riquelme, pero que según los 70 labriegos en realidad corresponde al Estado y por tanto estaba sujeto a la reforma agraria.
Ambos bandos estaban armados y por lo tanto hubo víctimas fatales en los dos sectores: entre los campesinos 11 y entre los policías, seis.
Las consecuencias fueron impensadas: la destitución del entonces presidente Fernando Lugo vía juicio político, por mal desempeño de sus funciones en el caso. En su reemplazo asumió el vice Federico Franco, quien completó el periodo restante hasta el 15 de agosto del 2013.
Inicialmente condenaron a prisión a los campesinos Rubén Villalba a 30 años más 5 años de seguridad, Luis Olmedo Paredes, a 20 años, Arnaldo Quintana Paredes y Néstor Castro Benítez, 18 años.
Sin embargo, el 23 de abril pasado los jueces Cristóbal Sánchez, Emiliano Rolón y Arnaldo Martínez Prieto votaron por la nulidad de esta sentencia bajo el argumento de que no se logró demostrar en juicio la responsabilidad directa de los citados. Hasta aquí ningún policía fue condenado.