RUTA PJC – CAPITAN BADO. Mientras no se asfalte o se clausure en días de lluvia, el problema va a seguir
Estas imágenes, de camiones de gran porte empantanados en varios trayectos a lo largo de la ruta departamental que une Pedro Juan Caballero con Zanja Pytã y Capitán Bado, va a seguir repitiéndose, hasta el día en que la misma se asfalte o se clausure en los días de lluvia.
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El sentido común nos dice, que una ruta de tierra, por más terraplenada y compactada que pudiera llegar a ser, nunca podrá ser considerada como “ruta de todo tiempo”. Puede que al comienzo, con el paso de los primeros vehículos pesados, camiones de hasta 40 mil kilos, aguante, pero va a llegar un momento en el cual de tanto ir cediendo se va a deteriorar y ocasionar los trastornos como los que a diario estamos observando a lo largo de esa ruta.
Está visto y comprobado, que de nada sirve que el Ministerio de Obras Públicas y la Gobernación de Amambay realicen reparaciones constantemente, si durante o después de cada lluvia, con la excusa de que deben llegar a destino, los camiones de gran porte transiten por ella. Todos saben, que en esas condiciones, sí o sí, la ruta se va a deteriorar, y hasta puede que los primeros camiones pasen sin mayores inconvenientes, pero los que vienen más atrás, de seguro van a terminar empantanados por días, en lugares inhóspitos y sin las más mínimas comodidades, y por supuesto, despotricando sus conductores contra las autoridades.
Hasta tanto se cumpla la promesa de asfaltar esa ruta, promesa que ya tiene más de 20 años, la solución es que se instale un sistema de “barrera alta”, que impida el tránsito de camiones de gran porte, pero con mayor razón aún, contar también con la comprensión de quienes utilizan los servicios de esos camiones, en especial, los sojeros.
De implantarse ese sistema, y de contar con el apoyo y la comprensión de los transportistas y empresarios, los trastornos que sufren los camioneros tratando de cubrir el trayecto de 102 kilómetros, desde Pedro Juan Caballero a Capitán Bado y viceversa, podrán ser mucho más llevaderos, estando estacionados en lugares poblados, con servicios básicos para alimentarse, dormir y disponer de sanitarios, y no en el medio de la nada y sumergidos en el barro. Total, de igual manera, si las condiciones de la ruta no lo permiten, van a perder igual cantidad de tiempo en una barrera que hundidos en el barro.
Es como diría aquel refrán que “no por madrugar amanece más temprano”, que en este caso sería, “no por transitar a cómo de lugar se llegará a destino”.