a misión de estas aeronaves, cuya versión más moderna está siendo desarrollada en Rusia por la empresa estatal Poliot, que forma parte de la Corporación Unificada de Construcción de Equipos, es la de servir como puestos de mando estratégico en el hipotético caso de que las redes de comunicación terrestres dejen de existir y la infraestructura en tierra quede destruida.
Conocidos en Estados Unidos como ‘aviones del Juicio Final’, estas aeronaves se convertirían en puestos de mando voladores para la cúpula política y militar del país en caso de guerra nuclear.
“Se desarrolla la tercera generación de estas aeronaves, aunque aún es temprano para detallar los plazos de las características”, declaró el director general de la compañía Poliot, Alexander Komiakov, durante el salón aeronáutico internacional MAKS-2015 que se celebra esta semana en Zhukovski, cerca de Moscú, informa TASS.
Según Komiakov, la compañía concluyó recientemente las pruebas estatales del puesto de mando aéreo de segunda generación. El próximo año Poliot tiene previsto proveer al Ejército ruso con estas aeronaves.
“Su ventaja principal es su capacidad de ‘supervivencia’. Un enemigo sería capaz de destruir las instalaciones en tierra con las coordenadas adecuadas, pero eliminar un objeto en el aire es más complicado porque cambia constantemente su ubicación. En Estados Unidos estas aeronaves se denominan ‘aviones de Juicio Final’ porque su objetivo principal es organizar redes en condiciones totalmente inadecuadas, cuando la infraestructura terrestre no existe o haya quedado completamente destruida”, explicó.
La Unión Soviética desarrolló a partir de las aeronaves Iliushin IL-86 cuatro puestos de mando aéreos IL-80 que todavía están en uso.
Cabe recordar que en enero de este año Estados Unidos decidió modernizar completamente sus cuatro aviones E-4B Nightwatch, naves de mando y control operados por la Fuerza Aérea de EE.UU.
Según Forbes, estas sofisticadas y misteriosas aeronaves pueden permanecer en el aire una semana con reabastecimiento en vuelo y todo el equipo a bordo, y están protegidas de los efectos de las explosiones nucleares. No en vano, los ‘aviones del Juicio Final’ van destinados al uso exclusivo del presidente y de la cúpula militar en caso de guerra nuclear.