Un examen de ADN implica a Cleverson Luiz Pires (25) en el asesinato de Wali Adiers Jaster (46) y de sus hijas Francieli Jaster Adiers (23) y Andresa Jaster Adiers (20). Ayer se inició el juzgamiento del acusado por el crimen registrado en una vivienda de la localidad de San Alfredo de Iruña, en febrero de 2015.
Cleverson Luiz Pires sentado en el banquillo de los acusados, en compañía de su defensor.
Cleverson Luiz Pires sentado en el banquillo de los acusados, en compañía de su defensor.
Ayer fue agregado al expediente judicial el resultado de un examen de ADN que señala que Wali fue abusada por Pires antes de ser asesinada de 16 puñaladas. El informe fue remitido por el Laboratorio Forense del Ministerio Público.
Según la acusación de la fiscal María Del Carmen Meza, el 13 de febrero de 2015, el procesado con un arma blanca en mano ingresó al dormitorio de Wali y bajo amenazas abusó de ella, para luego matarla de varias puñaladas.
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Francieli -que estaba en otra parte de la casa- acudió al dormitorio de su madre y encontró a su progenitora ensangrentada al lado de Pires. La joven intentó escapar, pero fue perseguida y alcanzada en el corredor de la vivienda, donde fue asesinada de 13 puñaladas por el acusado, acorde a la investigación fiscal.
Luego, el procesado se habría trasladado hasta la parte posterior de la propiedad, donde Andresa ordeñaba una vaca. Allí, Pires habría propinado 6 puñaladas en la espalda a la joven y habría dejado en el lugar el arma homicida, siempre según la acusación fiscal.
Posteriormente, Pires se habría apoderado de G. 4 milllones, guardados en la habitación de Wali, y de otras pertenencias para después escapar en la camioneta de las víctimas.
El 20 de enero de 2015, Pires fue detenido con el vehículo robado en Tava´i (departamento de Caazapá).
En la víspera se inició el juzgamiento del acusado con la declaración de cuatro testigos, y proseguirá el próximo 18 de mayo con el testimonio de la sicóloga del Ministero Público, Norma Bass, y de un agente de Criminalística.
Mónica Rivas, Zunilda Martínez y Haydée Barboza conforman el tribunal que juzga el caso.
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“Ahí está el que mató a mi mamá”
Una niña de 6 años (hija de Francieli y nieta de Wali), que sobrevivió a la matanza y fue testigo del horrendo crimen, estaba sentada dentro de la sala de juicio oral cuando ingresó al recinto Cleverson Luiz Pires. La pequeña -que tenía 4 años al momento del triple asesinato- entró en pánico y fue sacada del lugar entre lágrimas la niña señaló al acusado y dijo: “ahí está el que mató a mi mamá”.
El acusado conocía a todas las víctimas, ya que frecuentaba la vivienda. La niña huérfana le apodaba de “tío”.
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