Cuando vemos en el supermercado un producto light, zero, ligero o más sano, pensamos que es un producto con menos calorías, en definitiva un producto que engorda menos y que es más saludable. Nadie cuestiona actualmente el lugar que ocupa en nuestra sociedad este tipo de productos. Están tan asociados a un estilo de vida saludable que muchas personas no conciben mejorar sus hábitos sin recurrir a estos productos.
La pregunta es ¿son sanos estos productos? ¿Están destinados a mejorar la alimentación de quienes los consumen o sencillamente es una estrategia de marketing?.
Producto Original. Un producto original es aquel que ha sido sometido por la industria a diferentes tratamientos. El fabricante intenta favorecer y promover su consumo, mejorar su textura y su tiempo de consumición para su posterior comercialización. Es importante saber diferenciar un producto procesado y uno ultraprocesado para conocer qué estamos comprando exactamente, ya que lo normal es que sean aquellos productos ultraprocesados ricos en azúcares, grasas y calorías los que tienen en el mercado versiones light o zero. No encontrarás nunca pimiento verde o unas legumbres en conserva en su versión light o una bolsa de lechuga zero.
light. Es aquel en el que se ha reducido su valor calórico o alguno de sus macronutrientes, en al menos un 30% menos de su producto original. En este tipo de productos lo que suele hacerse para disminuir las calorías es reducir o sustituir algún ingrediente del alimento de referencia.
Para que un producto sea denominado light debe cumplir tres requisitos:
• Existir un producto homólogo en el mercado, es decir, para que haya en el mercado un tipo de yogur light, primero tiene que haber un yogur no light.
• Su valor calórico tiene que ser al menos del 30% menos con respecto al producto de referencia. Una mayonesa puede denominarse light si una cucharada de producto nos aporta 56 kcal en vez de las 80 Kcal que nos aportaría la mayonesa normal. O sea, que aporte menos calorías no quiere decir que no aporte ninguna.
• En su etiquetado debe llevar el porcentaje de reducción de calorías, el valor energético que aporta (las calorías que tiene) y la existencia del alimento de referencia no light.
Por otro lado, para que un plato preparado sea considerado light, basta con que aporte entre 300/350 kcal por ración. En este tipo de productos lo que suele hacerse para disminuir las calorías es reducir o sustituir algún ingrediente del alimento de referencia. Por ejemplo, disminuyen la cantidad de azúcares y los sustituyen por distintos tipos de edulcorantes o también pueden reducir el contenido de grasas simplemente empleando ingredientes sustitutivos.
No se debe pensar que un producto light o ligero es un producto adelgazante o que no engordan. Ni tampoco debemos pensar que es más saludable que su versión normal. De hecho, los productos light son a veces menos nutritivos y mucho menos interesantes para la salud.