World Trade Center Asunción.
Montevideo.- El ministro de Trabajo de Uruguay, Ernesto Murro, reconoció su preocupación porque hay empresas uruguayas que se van a Paraguay, a las que no ha podido disuadir de que lo hagan, según publica este domingo el diario uruguayo El País.
El director nacional de Trabajo de ese país, Juan Castillo, también se refirió a esto hace poco durante un foro organizado por la Intendencia de Canelones. “Ahora parece que está de moda Paraguay. Es posible que sean más baratos los costos laborales aunque no sé si existe la misma certeza jurídica”, dijo Castillo.
Pero algo hay en el ambiente, según señala la nota de El País. En la Cámara de Industrias del Uruguay se comenta lo ocurrido con la empresa de autopartes Yazaki, de capitales japoneses, que tiene una planta en Las Piedras, Canelones, cuya actividad se ha reducido.
Parte de la actividad, que involucraba a cientos de trabajadores, se habría trasladado a Paraguay donde los costos laborales equivalen aproximadamente al 25%. La empresa se lamentaba de los frecuentes conflictos laborales y de un ausentismo que rondaba el 25%, que sería uno de los factores que lleva a los inversores a preferir instalarse en Paraguay donde la mano de obra tiene un alto nivel de eficiencia.
La inversión uruguaya en Paraguay, que desde hace años es importante en el sector agropecuario y fundamentalmente en la ganadería, ha crecido también en otros rubros.
El embajador paraguayo en Uruguay, Luis Chase, entrevistado por El País, atribuye lo que está ocurriendo en parte a lo que se denominan los “tres 10”: 10% de IVA, 10% de Impuesto a la Renta Empresarial y 10% de Impuesto a la Renta Personal.
Chase dijo que Paraguay “vive un gran despegue económico” y que hay unos 15.000 uruguayos invirtiendo allí y afirmó que en Paraguay “hay un justo equilibrio entre capital y trabajo y existen pocos conflictos laborales”.
“Se facilita la inversión, se la protege, no se puede incautar”, resumió. Como otra ventaja de Paraguay destaca que más del 30% de la población tiene menos de 29 años. “Los inversores se asombran de cómo aprende el trabajador paraguayo, de su empeño y lealtad porque entiende que su suerte tiene que ver con la de la empresa”, sostuvo el diplomático.
Chase destaca también que hay inversión uruguaya en el sector de la construcción y que “hemos notado que los uruguayos vienen y van permanentemente y hay muchas parejas mixtas”.
En cuanto al agro, hay al menos 2 millones de hectáreas guaraníes propiedad de productores uruguayos.
El asesor uruguayo de inversores, Diego Vallarino, comentó que “Paraguay está de moda” y que en los últimos cuatro o cinco años, una cincuentena de empresas uruguayas se instalaron allí. Esta cifra incluye las más importantes de servicios profesionales (contables, logísticas, servicios genéricos).
Destacó que además de en centros comerciales, hay inversión uruguaya en la principal terminal de autobuses de Asunción y también hay presencia de franquicias locales, como La Pasiva. “Hay mucha construcción, mucha liquidez”, sostuvo
“Paraguay es el país que más crece en la región. Tiene costos mucho más bajos pero no es solo por eso. Los sueldos son más bajos, pero no es eso lo que define la situación sino todo el clima de negocios que se estabilizó. La ley de promoción de inversiones es similar a la nuestra pero allá la inversión industrial se hace más rentable. La electricidad es muy barata (por sus enormes represas) y eso es una ventaja comparativa si la empresa es intensiva en energía”, detalló el asesor.
La preocupación del gobierno uruguayo por las empresas locales que deciden emigrar, se da a las puertas de la mayor ronda salarial de este período. El viernes el presidente Tabaré Vázquez recibió a directivos de la Cámara de Comercio, a los que explicó qué lo llevó a aceptar un aumento de las pautas salariales como venía pidiendo el Pit-Cnt.
Vázquez les dijo a los empresarios que tomó la decisión de modificar los lineamientos salariales para evitar que una caída en términos reales de las remuneraciones de los trabajadores deprimiese más la demanda interna. Sin embargo, los empresarios le dijeron que los lineamientos ponen en peligro los empleos, en un momento en que no hay indicios de reactivación.