Los alimentos que consumes pueden afectar directamente tu estado de ánimo y salud mental. Investigaciones revelan cómo las fluctuaciones en los niveles de azúcar en la sangre influyen en la ansiedad y la depresión, y ofrecen estrategias dietéticas para mantener un equilibrio emocional saludable
Una buena alimentación no solo proporciona energía al cuerpo, sino que también impacta significativamente en la salud mental. Consumir alimentos ricos en azúcar puede ofrecer una sensación momentánea de placer, pero también conlleva efectos negativos.
Investigaciones indican que las fluctuaciones en los niveles de azúcar en la sangre están estrechamente vinculadas con el estado emocional. Según Mary Scourboutakos, experta en nutrición de la Facultad de Medicina de Virginia Oriental, “los niveles de azúcar en la sangre pueden influir en la ansiedad y la depresión” al afectar hormonas y el sistema nervioso. Ella sugiere que, además de los medicamentos antidepresivos, es fundamental considerar la nutrición en el tratamiento de la salud mental.
Una dieta con un bajo índice glucémico, como la dieta mediterránea, ha mostrado beneficios emocionales. Esta dieta, rica en verduras, frutas, aceite de oliva, cereales integrales, legumbres, frutos secos, y con cantidades moderadas de carne, pescado y lácteos, ayuda a mantener un estado emocional más equilibrado. Por el contrario, dietas con un alto índice glucémico, que incluyen alimentos como arroz blanco y pan blanco, pueden provocar “picos drásticos de azúcar en la sangre”, asociados con un mayor riesgo de depresión y ansiedad.
El consumo de dulces y carbohidratos provoca un aumento en los niveles de azúcar en la sangre, lo que desencadena una respuesta hormonal en el cuerpo. Después de consumir estos alimentos, el cerebro libera dopamina, que genera una sensación de placer, mientras que la insulina transporta el azúcar a las células para usarlo como energía. Sin embargo, el exceso de azúcar puede llevar a una caída abrupta de los niveles de azúcar en la sangre, lo que activa la adrenalina y la noradrenalina, hormonas que pueden inducir ansiedad y agresión.
La forma más obvia de estabilizar los niveles de azúcar en la sangre es disminuir la ingesta de azúcar y carbohidratos”, indicó la especialista. Sin embargo, hay más maneras de hacerlo, como sustituir ciertos alimentos o consumirlos en horas concretas, entre otros consejos que ofrece para optimizar el estado de ánimo:
-Incluir carbohidratos de bajo índice glucémico y vigilar la cantidad de consumo de aquellos de alto índice glucémico.
-Comer carbohidratos a primera hora del día para producir un pico de azúcar en la sangre menor del que se desencadenaría en las horas de la tarde o noche.
-Evitar comer carbohidratos por sí solos, sino combinarlos con proteínas o grasas saludables para producir un pico de azúcar en la sangre menor.
-Consumir carbohidratos al final de la comida e ingerir verduras y proteínas primero, ya que cambiar el orden en el que se comen los alimentos ayuda a reducir drásticamente el pico de azúcar en la sangre que se produce después.
-Comer una ensalada con aceite de oliva y vinagre antes de los carbohidratos. La combinación de verduras, el ácido del vinagre y la grasa del aceite de oliva actúan en conjunto para retardar la absorción de los carbohidratos y minimizar el pico de azúcar resultante.
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