Denunció a su marido celoso y borrachin por haberla garroteado y torturado
PEDRO JUAN CABALLERO.
Una pobladora del barrio General Genes relato a la 570 AM haber sido víctima de una golpiza y torturas al igual que su hijo de parte de su pareja, quien en estado etílico y presuntamente a causa de sus celos enfermizos reaccionó violentamente contra ella y después se escapó hacia una chacra. Relató además que por miedo a las amenazas no hizo la denuncia. Sin embargo tras tener conocimiento del caso la producción de esta emisora entró en contacto con el Centro Regional de la Mujer e intermedió para que la víctima pueda recibir el correspondiente apoyo y asesoramiento para que el caso llegue hasta el Ministerio Público y el presunto autor responda ante la justicia.
La víctima, Cristina Ozuna, mayor de edad, relató el mal momento que pasó tras ser brutalmente golpeada y torturada por su marido, un tal Rodolfo Gimenez, quien aparentemente por celos arremetió contra ella y su hijo en estado etílico y después se escapó hacia la zona del asentamiento Kokue Pyahu, hacia la zona de la colonia Victoria’i.
Dijo además no haber hecho la denuncia porque el violento ciudadano la habría amenazado con que si lo hacía acabaría con ella y con su familia.
Ante la gravedad de la situación y para que el hecho no quede impune la víctima se acercó buscando orientación hasta el Centro Regional de la Mujer de nuestra ciudad y no fue atendida.
De inmediato, la producción de la 570 AM entró en contacto con el Centro Regional de la Mujer, desde donde la funcionaria responsable en el momento se excusó diciendo que no le había podido atender a la víctima “porque estaba con otra persona”, pero que de inmediato entrarían en contacto con ella para darle la debida atención al caso y con todas las garantías para ella y su hijo hacer llegar los antecedentes de lo ocurrido ante el Ministerio Público.
Casos como el que le tocó vivir a doña Cristina Ozuna deben merecer un tratamiento prioritario y urgente, con la finalidad de que se apliquen las medidas de protección oportunas para garantizar la integridad e inclusive la vida de las mujeres que, cuando como en este caso además de las agresiones sufridas existen de por medio amenazas de muerte, encaminando los antecedentes ante el Ministerio Público, que es la institución encargada de solicitar dicha previsión, atendiendo a que uno de los momentos de mayor riesgo para las víctimas es cuando se animan a hacer la denuncia respectiva.