La economía, no solo paraguaya, sino de toda la región, así como la del mundo, está pasando por una situación complicada, como efecto, en algunos casos por el clima, por la situación bélica en Europa. En tanto, Paraguay pasó por su peor momento en la primera parte del año, pero se espera tenga una recuperación para el segundo semestre, sostuvo Mario Mesquita, economista jefe de Itaú Unibanco, tras una charla sobre las perspectivas económicas.
Según las proyecciones recientes de la entidad, Paraguay caería 1% este año, pero retomará su crecimiento en un 5% para el próximo año. “En primer lugar, se tendrá una normalización climática, es decir, no se tendrá una repetición de la fuerte sequía registrada en el primer trimestre del 2022. También será el fin del proceso de alza de tasas de interés en los próximos meses, por lo que van a disminuir los efectos”, acotó.
Mesquita dijo, en encuentro con medio de prensa local, que el comportamiento económico de Paraguay será opuesto al de Brasil. “La sequía afectó a Paraguay, mientras que en ese periodo a Brasil le ayudó algunos estímulos temporales, que no son repetidos”, aclaró. Alegó que el sector primario es muy importante para la economía, al igual que otros sectores, pero es muy fluctuante, en este caso a la baja. Sin embargo, para el próximo año se estima sea positivo para el PIB, indicó.
Inflación
Por otro lado, el experto señaló que la inflación termina afectando el crecimiento en el corto plazo, más aún en el largo plazo si es que el Banco Central no hace su trabajo, y deja que sea permanente. “Si es así, se tendrá una situación similar a lo que tiene nuestro vecino, que vive de crisis en crisis. La inflación es algo que hay que enfrentar, claro que no es gratis, pero es inevitable. Primero afecta a la actividad, pero después controla a la inflación”, comentó.
Economía global
En el ámbito global, dijo que la economía internacional ya venía con resultado negativo, que empeoró con el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania, lo que presionó al alza el precio de los commodities, como la soja, el petróleo, entre otros. Eso derivó a una fuerte presión inflacionaria en casi todos los países de la región, donde los bancos centrales tuvieron que hacer ajustes en sus tasas de interés.
“Ajustes al alza de tasas implica un riesgo de recesión, en el mediano plazo, allá por el 2023″, aclaró. En cuanto a Brasil, dijo que esperan prácticamente que la economía del vecino país no crezca en el 2022, según los datos del Banco Central. LA NACION