El producto tiene actualmente nichos premium como la cuota Hilton de la UE.
Gracias a los programas de inversión en mejoramiento genético, la ganadería nacional tuvo un gran avance en los últimos años y actualmente se produce una carne de calidad premium, destacaron referentes del sector pecuario nacional.
Darío Baumgarten, directivo de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), destacó que la genética es una herramienta fundamental para lograr el mejoramiento de la ganadería en eficiencia y productividad, y fue clave para el salto cuantitativo de la calidad del ganado. El profesional explica que el hato ganadero fue mejorando paulatinamente mediante la incorporación de genética, la mejora de la sanidad animal, la nutrición y el manejo. Actualmente alrededor del 30% de los animales terminados que van a faena a los frigoríficos de exportación son tipo premium que pueden dar carnes gourmet y comercializarse a precios diferenciados, manifestó.
“Hace 15 o 20 años cuando alguien quería comer u ofrecer un buen asado, buscaba carne de Santa Fe. Hoy día, con la gran inversión realizada por el productor, acompañada por la industria, nuestra ganadería ha mejorado significativamente y lo que nos permite producir cortes de carne de calidad. Esto se logró mediante la introducción de genética de calidad y los cruzamientos adecuados; además de los otros factores de sanidad, manejo y nutrición ya mencionados”, expresó Baumgarten.
Baumgarten destaca que el impacto más importante del mejoramiento genético fue el haber sido reconocidos como productores de carne de calidad al ser parte de la cuota Hilton de la Unión Europea (UE), la cual es una carta de presentación para los demás mercados en el mundo. Sin embargo, manifestó que el trabajo debe seguir y apuntar al desarrollo y crecimiento del sector mediante un esfuerzo conjunto de toda la cadena cárnica (productores e industriales) con la participación y apoyo efectivo del sector público, para seguir accediendo a más y mejores mercados, que permitan al productor ganadero recibir un precio que reconozca su esfuerzo y le permita seguir invirtiendo para crecer y mejorar su producción.
INVERSIONES
Marcos Medina, presidente de la comisión de carne de la ARP, destaca que el crecimiento de los ingresos por exportaciones de productos cárnicos se vio acompañado por un aumento de las inversiones en los proyectos productivos, que impulsaron que hoy en día Paraguay sea un país reconocido por su genética bovina.
Actualmente, además de ser un referente en el mercado internacional de la carne, Paraguay es también un exportador de genética (semen, embriones y ganado en pie) y se convirtió en un modelo para otros países, destacó. Por su parte, Juan Domingo Rehnfeldt, experto destacado en reproducción animal, sostuvo que el indicador más visible del mejoramiento de la genética es la calidad de la carne ofrecida actualmente en las góndolas.
El desafío es certificar
Paraguay puede ofrecer una carne de calidad y terminada a pasto.
Pese a los grandes avances que tuvo la ganadería nacional aún hay grandes desafíos tiene que enfrentar la cadena de la carne como desarrollar e implementar un sistema de certificación de calidad (tipificación, “grading”) y trabajar hacia una diferenciación y posicionamiento de la carne en el mercado internacional, y mejorar la promoción para acceder a los nichos de mercado premium, manifestó Darío Baumgarten.
“No podremos competir ni en volumen ni en precios con dos grandes competidores en el mercado mundial, Brasil e India; pero si deberíamos diferenciarnos y posicionar nuestra carne como una carne de calidad diferenciada y natural. Somos pocos los países que podemos ofrecer carne de calidad terminada a pasto”, sostuvo.
Manifestó que el sector debe enfocarse a satisfacer la demanda de carnes premium gourmet y apuntar a las tiendas especializadas, cadenas de restaurantes y hoteles, y no solamente ofrecer carne de uso culinario (uso doméstico) o como ingrediente (procesamiento o uso industrial). A medida que se sube en la escala de calidad se pueden conseguir mejores cotizaciones por la carne y no solo contentarse con vender un “commodity”, explicó Baumgarten.
“Igualmente debemos de adecuarnos a los requisitos y tendencias de los mercados en relación a la Producción Sustentable, Bienestar Animal, Buenas Prácticas Ganaderas, y Trazabilidad”, destacó.
Técnicas fueron la clave
Los métodos modernos de reproducción permitieron el avance.
El gran avance genético experimentado en los últimos 50 años fue gracias a la utilización de técnicas reproductivas, destacó Darío Baumgarten. Sostuvo que desde la introducción de la inseminación artificial (IA) en la década de los años 60, la ganadería paraguaya ha estado avanzando en la utilización de las técnicas reproductivas a medida que estas fueron evolucionando.
Con la utilización del termo de nitrógeno líquido y el semen congelado, primero en pastillas, luego en pajuelas, la técnica de la IA se ha ido extendiendo a lo largo y ancho del país. Posteriormente, el desarrollo de nuevas técnicas como la superovulación de las vacas, la aspiración y la transferencia de embriones (TE) han permitido lograr un avance mayor al permitir obtener mayor cantidad de terneros a partir de vacas superiores.
Luego, con los protocolos de Inseminación Artificial a Tiempo Fijo (IATF) se ha posibilitado una producción de terneros más homogéneos, la reducción del intervalo entre partos en condiciones de producciones extensivas y tradicionales y la mejora de la tasa de procreo, así como una mejor utilización del tiempo de los profesionales, veterinarios y paratécnicos (inseminadores).
En los últimos años, la introducción de las técnicas de fertilización in-vitro (FIV) tanto con la utilización de embriones frescos o congelados, es quizás la herramienta que más está contribuyendo a lograr el mayor avance o salto genético, al poder producir una gran cantidad de terneros a partir de vacas donantes superiores, explicó. LA NACION