Teniendo en cuenta que las economías de América Latina y el Caribe se han mostrado relativamente resilientes ante la presión creciente del endeudamiento, la inflación y la incertidumbre mundial; los nuevos vientos en contra que provoca la caída en los precios de las materias primas, la suba en las tasas de interés en los países desarrollados y la incierta recuperación de China, podrían ensombrecer de nuevo las perspectivas de la región.
Esto, según lo expresado por el nuevo informe del Banco Mundial “El potencial de la integración, oportunidades en una economía global cambiante”. Es por eso que para impulsar el crecimiento que tanto necesita la región, los países deben preservar la resiliencia que tanto les costó ganar y aprovechar las oportunidades únicas que ofrecen las tendencias de la economía mundial hacia la relocalización de empresas y la industria verde.
El informe estima que el PIB regional crecerá 1,4% en 2023, una tasa inferior a la anticipada. En tanto que se esperan tasas de 2,4% para 2024 y 2025, demasiado bajas para lograr progresos significativos en la reducción de la pobreza.
Al respecto, Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, dijo que la región en gran medida se ha recuperado de la crisis de la pandemia, pero lamentablemente ha vuelto a los bajos niveles de crecimiento de la década anterior.
“Los países deben urgentemente acelerar el crecimiento inclusivo para que todos se beneficien del desarrollo, y esto requerirá mantener la estabilidad macroeconómica y aprovechar las oportunidades que hoy ofrece la integración comercial”, agregó.
Panamá y Paraguay
Asimismo, en el reporte del Banco Mundial se encuentra un listado con la proyección de todos los países de América Latina y El Caribe. Entre ellos, el BM prevé que en México crezca 1,5%, Brasil 0,8%, Colombia 1,1%, Costa Rica 2,7%, Ecuador 3%, El Salvador 2,3%, Bolivia 2,7%, Guatemala 3,2%, Honduras 3,5%, Nicaragua 3%, Panamá 5,7%, Paraguay 4,8%, Perú 2,4%, República Dominicana 4,4% y Uruguay 1,8%.
Indicaron que la Argentina no crecerá en 2023, y que Chile tendrá una recesión cercana al -0.7%. Según el informe, Argentina ha experimentado una fuerte caída en su actividad económica, lo que ha llevado a una contracción del PIB en los últimos trimestres. Por su parte, Chile ha sido afectado por una desaceleración en su crecimiento debido a una disminución en la inversión y una caída en los precios del cobre, uno de los principales productos de exportación del país.
El Banco Mundial ha destacado que ambos países deben tomar medidas para mejorar la confianza de los inversores y aumentar la inversión extranjera para fomentar el crecimiento económico. Este anuncio del BM es una llamada de atención para Argentina y Chile, ya que ambos países se encuentran en una situación crítica en términos de crecimiento económico.
Tanto la pobreza como el empleo han regresado mayormente a los niveles previos a la pandemia, mientras que se espera que la inflación promedio, excluyendo Argentina, caiga a 5,0% en 2023, luego de alcanzar 7,9% en 2022. LN