Hoy me desperté con sobresalto. Soñé que estábamos montados en un coche con las lunas tintadas y conducíamos por una calle de arena rojiza sin asfaltar. Yo, como buen copiloto-cebador, preparaba un rico tereré con un termo de agua fresquita cargado de hielo que vertía una y otra vez sobre la guampa de cuero rellena de yerba mate. Mientras tanto, en la radio sonaban sin cesar pegadizas canciones de cumbia paraguaya.
Enjoying tereré in Paraguay
Ese sueño fue nada más y nada menos que mi hermosa rutina diaria paraguaya sólo hace unos meses…
Paraguay se convirtió en la sorpresa más grata de todo mi recorrido por Sudamérica, más que nada, porque sinceramente se trataba de un país al que no tenía pensado viajar y del que, por consiguiente, no tenía ningún conocimiento previo ni expectativa generada. Del resto de países del continente ya había oído hablar, de unos mejor que de otros, de Paraguay no. Sólo conocía su selección nacional de fútbol por haberse enfrentado a España en al menos tres mundiales (1998, 2002, 2010), a sus afamados futbolistas: Chilavert, Acuña, Gamarra y Roque santa Cruz, además del Olimpia de Asunción, por ser el justo contrincante del Real Madrid en la Copa Intercontinental de 2002 y de su rivalidad eterna con el Cerro Porteño.
Llegando a Asunción después de 30h. de bus
Una vez llegado a Chile, país que se suponía iba a ser el último de mi periplo sudamericano, y ya con escaso presupuesto, vi con pena como resaltaba un hueco blanco dentro mi mapa de países recorridos en el continente: Paraguay. ¡No podía irme del continente sin visitarlo! ¿Qué mejor oportunidad que ésta iba a tener para viajar a este país? Comencé, por tanto, la búsqueda de vuelos on-line que resultó infructuosa: eran demasiado caros. ¿Solución? Siempre las suele haber: compañía de autobuses chilena Pullman del Sur, 60.000 pesos chilenos y 30 horas de ruta hasta llegar a Asunción atravesando los Andes nevados y cruzando media Argentina.
Lo que iba a ser un viaje corto de una semana/diez días, se convirtió en una estancia inolvidable de un mes por las razones que os expondré a continuación:
Paraguay, el corazón de Sudamérica y los paraguayos.
Paraguay ha sido durante muchos años un país que ha permanecido en el olvido, no sólo de Sudamérica, sino del mundo. Un país totalmente desconocido para el viajero internacional, cuyo aislamiento se ha convertido en su nota definitoria hasta la actualidad, no sólo con respecto al resto de Sudamérica, sino con el resto del mundo. Augusto Roa Bastos, considerado como el escritor más importante de este país y uno de los más destacados en la literatura latinoamericana, consideró que “Paraguay era una tierra poco menos que desconocida: una isla rodeada de tierra dentro del continente”.
Ese aislamiento, sin embargo, ha hecho del paraguayo un ser singular, hospitalario, amable y diferente, con unas ganas enormes de mostrar su país al extranjero y de que éste se lleve una perfecta impresión de todo lo que rodea a Paraguay. Con su inconfundible y simpático acento te ofrecerán su casa literalmente, como verdaderos carnívoros te invitarán a formar parte de un asado, te rogarán que pruebes la sopa paraguaya (la única sopa sólida del mundo) y además se convertirán en tus compañeros inseparables de farra, enseñándote al día siguiente los métodos infalibles para yerar (curar la resaca). Por cierto, el asado es todo una institución en Paraguay, tanto como en Argentina o Uruguay, empezando con una picada de chorizo y mandioca que sirven para py’a joko (calmar el hambre), a lo que le sigue la carne, siendo las más comunes la tira de costilla, el cuadril y el vacío. Otra de sus notas características es su heterogénea composición étnica integrada por los diferentes grupos aborígenes paraguayos como los tupí-guaraní o los indígenas pámpidos, en la mayoría de los casos mezclados de manera armoniosa con inmigrantes llegados de los más diversos rincones de la tierra: españoles, alemanes, portugueses, italianos o eslavos, entre otros.
El Guaraní.
La característica más destacada de la cultura paraguaya es la subsistencia del idioma guaraní junto con el español, siendo éstas las dos lenguas oficiales de la Nación. No hay nada que más le guste a un paraguayo que darse cuenta de que eres extranjero para empezar a enseñarte palabras o frases en guaraní. Frases que en la mayoría son barbaridades que no puedo reproducir en el blog, pero que ellos enmascaran diciendo que significan otra cosa diferente. Por ejemplo me afirmaban que “ehona ejapiro mba´e nde tembo” significa “¡Buenos días! ¿Qué tal está?”, pero nada que ver, en realidad la frase apropiada sería: “¿Mba’éichapa nde pyhareve?”. Durante un tiempo el guaraní, permaneció en un segundo plano, incluso con un riesgo gradual de desaparición, asociándose por entonces a los estratos sociales más bajos de la población. Hoy día, bajo mi punto de vista, el guaraní es el tesoro más preciado del país y los paraguayos, independientemente de la clase social, parecen haberse dado cuenta de ello, usándolo cada vez con mayor asiduidad. Incluso las nuevas generaciones que en unos años dirigirán el país no dudan en emplearlo en su día a día
El tereré.
Lo que más llama la atención al extranjero al llegar a Paraguay es ver cómo, jóvenes, mujeres, hombres y ancianos no salen de casa sin su set para preparar el tereré. El tereré es la bebida nacional paraguaya por excelencia y Patrimonio Cultural de la Nación, y se ha convertido en el remedio imprescindible para el calor infernal del país. El nombre de tereré es onomatopéyico y se debe al sonido del último sorbo que se realiza con la bombilla al succionar la bebida. Al día siguiente de llegar a Paraguay ya me habían enseñado como prepararlo y a los dos días ya había comprado mi termo y mi guampa de cuero, de los que no me volví a separar en todo el viaje. El tereré se prepara mezclando agua helada con yerba mate (ilex paraguayensis) y diversos remedios naturales (yuyos). Existen sitios donde por unos pocos guaraníes paraguayos, las yuyeras te preparan el termo con agua, hielo y los distintos remedios naturales que suelen emplearse como el kokú, burrito, kapi’i kati, hierba de Santa Lucía, la menta, el cedrón y la cola de caballo (cada uno de ellos empleados para combatir diversas dolencias, achaques o incluso la resaca), además de la marca o el tipo de yerba mate de tu elección. Con este mejunje ya estás listo para afrontar la canícula y convertirte en un paraguayo más, pero no olvides tomar tu “tereré rupa” (sándwich, empanada, chipa so’o o demás tipos de fritangas que se deben tomar para crear una capa de alimentos en tu estomago antes de la ingesta masiva de tereré) y de dar las gracias al cebador solamente cuando ya no quieras beber más o entenderá que ya no quieres seguir tomando y te dejará fuera de la ronda.
Asunción, Ciudad del Este y mucho más.
Asunción.
Lo más probable es que entres a Paraguay a través de Asunción o Ciudad del Este. Si entras a Paraguay por la capital del país te darás cuenta de que es una ciudad llena de contrastes, con sus pintorescos y omnipresentes autobuses, tan coloridos como vetustos, que nos transportan, por un módico precio, a los principales atractivos turísticos de la ciudad. Asunción es una ciudad en continua evolución, que está consiguiendo modernizarse con pasos firmes como atestigua la construcción de la nueva costanera o su entretenida programación cultural, con la existencia de innumerables y atrayentes eventos sociales. En el periodo que estuve en Asunción se celebraron conciertos de artistas de talla internacional como los Red Hot Chili Peppers o Andres Calamaro y además, para poner la guinda al pastel, viví el súper clásico paraguayo entre “el ciclón” (Cerro Porteño) y la “O” (Olimpia) en el Estadio Defensores del Chaco.
Tuve la suerte de que además durante mi estancia se celebrara en Colonia Independencia la tradicional fiesta de la cerveza en la que, a pesar de no ser un amante de la birra, pude comprobar la fuerte influencia alemana en su cultura y disfrutar de un excelente ambiente cargado de baile y espectáculos musicales. Otra de las visitas imprescindibles en Paraguay es la misión jesuítica de Santísima Trinidad del Paraná, considerada la reducción guaraní mejor conservada.
Saltos del Monday, Paraguay
Mi viaje terminó en Ciudad del Este (CDE) donde pasé mi última semana en el país. Para muchos CDE es sólo una ciudad de paso: desordenada, peligrosa, con hombres armados con rifles alrededor de la ciudad y caótica. Una ciudad la que los extranjeros acuden para comprar principalmente productos de electrónica, pero donde acaban comprando de todo, y es que hablamos de la tercera mayor zona de libre comercio del mundo, sólo por detrás de Miami y Hong Kong. Debido a su brusco y asombroso crecimiento demográfico y a la llegada de inmigrantes de todo el mundo entre los que se encuentran árabes, brasileños, argentinos, chinos, hindúes, pakistaníes se puede afirmar que la ciudad es una de las más cosmopolitas del mundo. Pero CDE no es sólo “shopping”, también puede alardear de estar rodeada de maravillas:
Situada en el río Paraná en la frontera brasileño-paraguaya. La represa de Itaipú, una de las 7 maravillas de la ingeniería moderna, es la segunda mayor represa hidroeléctrica del mundo. La represa genera más energía que 10 centrales nucleares y proporciona energía para más del 80% de las necesidades eléctricas de Paraguay y alrededor del 25% de la demanda eléctrica de Brasil.
Observar desde los miradores los impresionantes Saltos del Monday, con tres caídas de agua de 40 metros de altura cada una, representa un más que respetable aperitivo para aquellos que vayan a visitar las Cataratas de Iguazú.
Por lo tanto, es el punto de partida ideal para visitar una de las maravillas naturales más increíbles de la naturaleza: Las Cataratas de Iguazú, en la frontera de Brasil con Argentina.
La Triple Frontera y el Puente Internacional de la Amistad.
Ciudad del Este forma parte de la zona conocida como la triple frontera, integrada además por Foz do Iguaçu (Brasil) y Puerto Iguazú (Argentina). El Puente de Amistad sobre el río Paraná conecta a Ciudad del Este Paraguay con Foz do Iguaçu y Brasil, y se trata de una de las fronteras menos controladas del mundo. Puedes pasar de Paraguay a Brasil y viceversa sin necesidad de sellar tu pasaporte o de ser inspeccionado, aunque lo más recomendable es que si no perteneces a ninguno de estos dos países, busques la oficina fronteriza y pidas que te estampen el sello de salida y de entrada respectivo cada vez que cruces el puente. La Triple Frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay sigue siendo, desgraciadamente, un considerable foco internacional de tráfico ilegal armas, contrabando, trata de personas, falsificación y lavado de dinero. Pero dejando esta indeseable observación a un lado, para un viajero experimentado, el poder disfrutar de los encantos de tres países en un mismo día simboliza un sueño hecho realidad. Y mi realidad diaria era despertarme en Paraguay, acudir al quiosco de Blanca, mi yuyera, para que me atiborraba a “tereré rupa” mientras preparaba mi tereré fresquito, pasar el día en Brasil, practicando portugués y visitando las cataratas de Iguazú acompañado de un guaraná y una coxinha para almorzar y, para rematar el día, cenar un buen bife de chorizo en Argentina y tomar un Fernet con Cola para saborear un magnifico día…Es por esta razón que esta zona se convirtió en una de mis favoritas en el mundo
¿Qué opinas de Paraguay? ¿Crees que debemos seguir guardando el secreto?
*Este post va dedicado a Leticia, mi hermana paraguaya y sus padres (mis “papis” paraguayos), que con afecto y devoción me hospedaron en Asunción y me introdujeron a su cultura. A Diego y a Marcela por convertirse en verdaderos amigos. A Pato, por la magnífica organización del viaje a Colonia Independencia, así como a todos sus compañeros de universidad. A Vania y sus amigos, por inculcarme el sentimiento cerrista. A Majo, por ser mi inseparable compañera en la Triple Frontera. A todos los paraguayos.
English version
Today I woke up with a start. I dreamt we rode in a car with tinted windows, driving down a red sandy unpaved road. As a good co-pilot/cebador (server), I was preparing a rich tereré with a thermos full of ice water that I poured, again and again, on the leather guampa (like a cup) stuffed with yerba mate. Meanwhile the radio played catchy Paraguayan cumbia songs non-stop.
That dream, nothing more and nothing less, was my beautiful Paraguayan daily routine only a few months ago.
Paraguay became the most pleasant surprise of my trip to South America, mostly because honestly it was a country that was not in my original itinerary and as such, I did not have any expectations or prior knowledge about it. I only knew Paraguay because of its national soccer team that had faced Spain in at least three World Cups (1998, 2002, 2010), their famous footballers Chilavert, Acuña, Roque Santa Cruz and Gamarra, the team Olimpia Asuncion which was the rival of Real Madrid in the Intercontinental Cup in 2002, and their eternal rivalry with Cerro Porteño.
Once in Chile, which was supposed to be the last country of my South American tour, and with already little budget, I sorrowfully noticed a highlighted white space within my map of visited countries of the continent: Paraguay . I could not leave the continent without visiting this country! What a better opportunity than this would I have to travel to this country? Thus, I started with an online flight search that proved fruitless: they were too expensive. Solutions? There usually is one. This time it was the Pullman del Sur Chilean bus company, 60.000 Chilean pesos and 30 hours to get to Asuncion across the Andes ranges by way of Argentina.
What was supposed to be a short trip of about a week / ten days, became an unforgettable one month stay for reasons I will explain below :
Paraguay, heart of South America, and the Paraguayans.
Paraguay has long been a country that has remained in oblivion, not only in South America but the world as a whole: a totally unknown country for the international traveler, whose isolation has become its defining note at present, not only with respect to the rest of South America, but also the rest of the world. Augusto Roa Bastos, considered the most important writer in this country and one of the most important in Latin American literature, said ” Paraguay was a little less than unknown land: an island surrounded by land within the continent.”That isolation, however, made Paraguayans unique, hospitable, friendly and different kind of people with a huge desire to show their country and give a perfect impression to a foreigner. With a distinctive and charming accent they will literally offer their home, and as true carnivores they will invite you to be part of an asado (barbecue), they will beg you to try the Paraguayan soup (the only solid soup in the world) plus they will also become your faithful party companions, showing you the best methods to fight the hangover the day after (this custom is commonly known as yerar). By the way, the asado is a real institution in Paraguay, as much as it is in Argentina or Uruguay, starting with an appetizer of sausages and cassava to what the meat follows, the most common beings ribs, rump and flank steak. Another characteristic feature is their heterogeneous ethnical composition being a melting pot of different Paraguayans Aboriginal groups such as the Tupi-Guarani or the Pampa-Indians, in most cases mixed harmoniously with immigrants from diverse corners of the earth: Spanish, German, Portuguese, Italians and Slavs, among others.
The Guaraní language.
The most striking feature of Paraguayan culture is the subsistence of the Guaraní language along with Spanish, these two being the official languages of the nation. There is nothing that a Paraguayan likes more than to realize that you are from abroad so they may start teaching you words or phrases in Guaraní. Phrases that in most cases are atrocities that I can not reproduce on the blog, but they mask it saying that it means something else. For example, they stated that “ehona mba’e ejapiro tembo nde” means “Hello! How are you?” But it has nothing to do with it, the appropriate phrase would be: “nde Mba’éichapa pyhareve?”. For some time the Guarani language remained in the background, even with a high risk of gradual disappearance, and associated to the lower social strata of the population. Today, from my point of view, the Guarani is the most precious treasure of the country and Paraguayans, regardless of social class, seem to have realized this, using it more and more often. Even the new generations who in a few years will lead the country do not hesitate to use it in their day-to-day activities.
Tereré.
What catches the attention of a foreigner when arriving in Paraguay is seeing how young people, women, men and the elderly do not leave home without their tools for preparing tereré. Tereré is the Paraguayan national drink and cultural heritage of the nation, and has become the essential remedy for the country’s infernal heat. The word tereré is onomatopoeic, referring to the sound emitted by the metal straw’s last sip. The day after arriving in Paraguay, I had already been taught how to prepare it and after only a couple of days I purchased my own set with the thermos, bombilla (metal straw) and my leather guampa, which I never stopped using for the rest of my trip. Tereré is prepared by mixing ice water with yerba mate (Ilex paraguayensis) and various natural remedies or yuyos (herbs). There are kiosks all around the city that for a few Paraguayan Guarani, the yuyeras (those who prepare the yuyos) prepare the thermos with water, ice and other natural remedies, the most common ones being the koku, burrito, kapi’i kati, commelina erecta, mint, lemon verbena and horsetail (each used to combat various diseases, ailments or even the hangover), along with the brand or type of yerba mate of your choice. With this concoction you are now ready to face the heat wave and become a real Paraguayan, but do not not forget to take your “tereré rupa” (sandwich, pie, chipa so’o or other types of fried food to be eaten to create a layer of food in your stomach before the massive intake of tereré) and thank the cebador only when you no longer want to drink more or he will understand that you no longer want and leave you out of the round.
Asunción, Ciudad del Este and much more.
You will most likely enter the country through Asuncion or Ciudad del Este. If you come in through the capital, Asunción, you will realize that it is a city full of contrasts, with its picturesque and ubiquitous buses, as colourful as decrepit, which will take you, for a small fee, to the main tourist attractions of the city. Asuncion is a city in constant evolution, that with firm steps is being modernized, as evidenced by the construction of the new waterfront or its extense and enjoyable cultural programming, with the existence of countless and appealing social events. During my time in Asuncion there were concerts of well known international artists like the Red Hot Chili Peppers or Andres Calamaro and also, to put the icing on top of the cake, I experienced the Paraguayan football classic between the cyclone (Cerro Porteño) and the “O” (Olimpia) in the Defensores del Chaco Stadium.
I was also fortunate to be there during the Colonia Independencia´s traditional beer festival in which, despite not being a beer lover, I could see the strong German influence in their culture and enjoy a great atmosphere with loads of dancing and musical performances. Another must-see during your visit to Paraguay is the Jesuit mission of the Holy Trinity of Paraná, considered the best preserved Guarani reduction.
Itaipu Dam.
My trip ended in Ciudad del Este (CDE) where I spent my last week in the country. For many, CDE is just an untidy, dangerous (with armed men all over town) and very chaotic stop-over where foreigners mainly come to buy electronics, but end up buying everything being that it’s known as the third largest free trade area in the world only after Miami and Hong Kong. Due to its abrupt and amazing population growth and the influx of immigrants from all around the world (among which are Arabs, Brazilians, Argentines, Chinese, Indians, Pakistanis), you can certainly say that this city is one of the most cosmopolitan on earth. But CDE is not just shopping, they can also brag about being surrounded by wonders:
Located in the Paraná river at the Brazilian-Paraguaian border, the engineering wonder of the Itaipu Dam is the world´s second largest hydroelectric dam. The dam generates more energy than 10 nuclear power plants and provides the electric energy for over 80% of Paraguay’s needs and meets about 25% of Brazil’s electricity demands.
Observe from the viewpoints the impressive Saltos de Monday, with three waterfalls of 40 meters high each, representing a more than respectable appetizer for those who will be visiting the Iguazu Falls.
And therefore, it is the ideal starting point to visit one of the most incredible natural wonders of nature: the Iguazu Falls on the border between Brazil and Argentina.
The Triple Frontier and the International Friendship Bridge.
At the Iguazu Falls (Arg side) with the Paraguay Jersey.
Ciudad del Este is part of the area known as the Triple Frontier, together with Foz do Iguaçu (Brazil) and Puerto de Iguazú (Argentina). The Friendship Bridge over the Paraná River connects Ciudad del Este and Paraguay with Foz de Iguaçu and Brazil, and it is one of the least controlled borders in the world. You can go from Paraguay to Brazil, and vice-versa, without the need to stamp your passport or have your luggage inspected. But, if you don’t belong to either of these two countries, it is best if you find the immigration office and ask the officers to stamp your passport every time you cross the bridge. The Triple Frontier between Argentina, Brazil and Paraguay remains, unfortunately, a significant focus of international arm trafficking, smuggling, sex slavery, counterfeiting and money laundering. But leaving this undesirable observation aside, the most amazing thing is that for an experienced traveler, enjoying the delights of three countries in one day symbolizes a dream come true.
Blanca, my personal yuyera
My daily reality was waking up in Paraguay, going to Blanca’s kiosk, my yuyera, who fed me “tereré rupa” while she prepared my fresh tereré. I would spend my afternoons in Brazil, practicing Portuguese and visiting Iguazu Falls accompanied by a guarana for drink and a coxinha for lunch. To make my day complete, I would have a Bife de chorizo (a typical Argentinian meat cut) in Argentina for dinner and drink a Fernet (a type of amaro, a bitter, aromatic spirit) with Cola to savor the magnificent day… It is for this reason that this area became one of my favorites in the world .
What do you think of Paraguay ? Should we still keep the secret?
My trip to Paraguay in Video // Mi viaje a Paraguay en video.