A fin de seguir creciendo, el país necesita ser más atractivo desde el clima de negocios y la gobernanza. Esto será posible con el combate a la corrupción y con el fortalecimiento del Estado de derecho, sostiene.
Por Marta García
@marthegarza
Paraguay muestra hoy en día un rostro económico muy distinto al de quince años atrás: de una crisis financiera se pasó a gozar de una estabilidad macro envidiable para los países vecinos. Sin embargo, la producción agrícola ha llegado a su tope de expansión y otros sectores deben reemplazarla en el impulso al incremento del producto interno bruto (PIB).
Esto no será posible sin el desarrollo de inversiones, tanto nacionales como extranjeras, las que desembarcarán en mayor medida cuando el país muestre mejores indicadores en clima de negocios y gobernanza. Estas reflexiones las compartió Bas Bakker, jefe de misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Paraguay, en su última visita al país.
En entrevista exclusiva para ÚH, reconoció que el fortalecimiento del Estado de derecho y el combate a la corrupción son señales necesarias para mejorar la imagen del país. Mencionó también a las urgencias en calidad de educación y productividad, y analizó las perspectivas económicas para este año.
–¿En qué situación se encuentra la economía paraguaya y cuáles son sus principales desafíos?
–Sin estabilidad macro, la situación de la población no es buena, eso se puede ver en los países vecinos. Si se compara la situación de Paraguay hace quince años, cuando estaban en una crisis, los bancos estaban en problemas, la moneda se había depreciado, están mucho mejor con la estabilidad macroeconómica. La pregunta de ahora es: ¿cómo ir más allá y continuar este rápido crecimiento? Para ello se necesita un incremento de la productividad y avanzar en tecnología, para tener un atractivo ambiente de inversiones.
–¿Qué mejoras requiere el país para proyectar una imagen internacional que atraiga inversiones?
–En las mediciones internacionales sobre gobernanza, el Estado de derecho, percepciones de la corrupción, etc., si se miran ejemplos que incluyen a países europeos y de las Américas, Paraguay no tiene un buen puntaje. Mejorar los puntajes será bueno para mejorar la imagen del país. Paraguay será percibido como un país justo si la gente cree que la ley se aplica a todos, es mucho mejor que si la gente tiene la idea de que la ley se aplica más a algunas personas que a otras. Mejorar el Estado de derecho es una buena señal por sí misma y es bueno para la economía.
–¿Cuáles son las acciones y reformas que Paraguay necesita para seguir en la senda del crecimiento económico?
–Paraguay necesita una población bien educada, una educación de alta calidad. Los inversionistas deben sentirse seguros de venir, entonces necesitan seguridad legal. Los inversionistas necesitan poder transportar los productos a otros países; entiendo que hay un solo puente a Brasil, si se construyen más puentes hacia Brasil, harán más fácil el comercio y facilitarán la venida de inversionistas. Entonces, para pasar de una estabilidad macro a un crecimiento más amplio, se deben tornar más atractivos para los inversionistas, necesitan mejorar el clima de negocios y la gobernanza; si hacen eso y continúan con la estabilidad macro, simplemente convergerán gradualmente hacia los niveles de ingresos de los países ricos y hay otros países que han hecho esto en Europa del Este y Asia. Corea era un país muy pobre en 1960 y ahora es un país rico; Polonia tenía en 1990 el 30% del nivel de ingresos de Alemania y ahora está en 60%. Hay suficientes ejemplos de otros países que lo han hecho, el desafío para Paraguay es imitar a estos países.
–¿Cuáles son las perspectivas económicas para Paraguay frente a la situación regional?
–El crecimiento de este año será más débil que en los años anteriores, pero es mayormente un problema cíclico. Se tiene la crisis en Argentina y menos extendida en Brasil, el año pasado la moneda argentina se depreció bastante, esto significa que de repente Argentina se tornó muy barata para los paraguayos y Paraguay se tornó muy caro para los argentinos, esto tuvo un impacto en las exportaciones y en el comercio de frontera, pero estos son schocks temporales. La moneda argentina se estabilizó y la inflación en Argentina está más alta; entonces, para fin de año, esta diferencia de precios entre Paraguay y Argentina va a desaparecer. Este año, también, habrá un menor crecimiento por la sequía que afectó a la temporada de siembra y que afectó a la cosecha de soja; en un país donde la agricultura es importante, en algunos años el clima es bueno y se tiene una buena cosecha y otros años, el clima no es muy bueno y la cosecha tampoco. Es cíclico, es molestoso, pero el desafío es mantener el crecimiento a través de los años y continuar con lo que Paraguay ha hecho en los últimos quince años.
–¿Qué acciones se pueden implementar desde el Gobierno en los años de menor crecimiento económico?
–Hay algunas cosas que el Gobierno está haciendo para estabilizar la situación. El Banco Central ha bajado las tasas de interés, la inversión del Gobierno fue un poco débil el año pasado, esto generalmente ocurre cuando se tiene un nuevo gobierno, entonces esperamos que se incrementen las inversiones del Gobierno. Pero cuando el problema está en que hay menor demanda en los mercados de exportación, hay ciclos de años buenos y malos, el Gobierno no puede curar todo lo que afecta al sector privado. Esperamos un crecimiento de 3,5% (del PIB de Paraguay) para este año, no será un año boom, pero tampoco será un año malo, un poco por debajo del promedio que hemos visto en los recientes años, pero los vecinos querrían tener las tasas de crecimiento de Paraguay del año pasado y de este año; si hablan con los argentinos, ellos no se quejarían para nada de estos niveles de crecimiento.
–¿Cómo observa a la regulación del sistema financiero, ahora que los negocios se diversifican hacia la apertura de compañías de seguros y casas de bolsa?
–El sector bancario se encuentra estable, está bien capitalizado, con mucha liquidez y la supervisión es fuerte. En muchos países hemos visto esto, que hay un cambio hacia la diversificación, una fuerte supervisión va a ser necesaria, tiene que seguir esta que estamos viendo para esa estabilidad. El supervisor tiene que tomar una visión integral del sistema financiero como un todo, no solamente individualmente por banco, tienen que verlo como un grupo. Los indicadores de solidez financiera muestran que el sector bancario está bien capitalizado, es rentable, y su supervisión basada en riesgo avanza bien. La supervisión de las cooperativas de ahorro y crédito debería continuar siendo fortalecida. Hay margen para mejorar la supervisión de las casas de crédito y las casas comerciales. Se deberían adoptar estándares de supervisión para este sector de manera rápida. Implementar reformas estructurales y continuar con políticas macroeconómicas prudentes permitirían a Paraguay continuar creciendo rápidamente.