El objetivo principal de todo gobierno en el ámbito económico debe centrarse en establecer las condiciones necesarias para lograr que el país pueda sostenerse por cuenta propia. Paraguay, con sus largos problemas sociales y económicos, está considerado entre los países más chicos de la región y las condicionantes territoriales se mostraron siempre como un obstáculo para el crecimiento económico.
A pesar de las desventajas, a lo largo de los últimos años el país empezó a vivir una nueva bonanza que permite la consolidación de un sistema que lo ubica entre los de mayor crecimiento. En ese sentido, se debe tomar las recientes declaraciones del ministro de Hacienda, Santiago Peña, tras una serie de actividades en las que participó en Estados Unidos, que incluyó reuniones con altos representantes de organizaciones internacionales.
Peña afirmó que por primera vez en la historia, Paraguay deja de depender económicamente de Brasil y Argentina. El ministro sostuvo que el país empieza a “desacoplarse” de economías que en este momento están pasando por mal momento. Esta es una muy buena señal no basada en una declaración oficial, sino sustentada en informes de organismos internacionales.
El secretario de Gobierno explicó que Paraguay está en medio de una región que está sufriendo la peor crisis de su historia, como la de Brasil, que es el principal socio comercial. “Esto no tiene comparación en más de 100 años que ellos llevan de estadística económica. Que Paraguay pueda crecer cuando Brasil está en crisis es algo muy destacable y esto no es algo al azar”, sostuvo.
Sus apreciaciones, como se dijo, no son meras palabras. Esa visión es la de organismos internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que han destacado cómo nuestra economía está creciendo en la región.
A decir del secretario de Gobierno, el balance es muy positivo porque Paraguay sigue viviendo un proceso de desaceleración. El FMI confirmó que las expectativas de crecimiento son menos alentadoras, principalmente impulsadas por una desaceleración en Brasil, Argentina y Venezuela, explicó Peña. Añadió que, sin embargo, decidió no solamente mantener la economía de Paraguay, sino aumentar la proyección de crecimiento del 2,9% que tenía en el mes de abril, al 3,5%.
A lo largo de esta administración, Paraguay recibió reconocimiento de organismos internacionales. En esta ocasión, reveló Peña, el trabajo en el campo económico fue valorado en sus informes tanto por el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Fondo Monetario Internacional.
Señal del respaldo monetario de los dos primeros entes son los proyectos que están en marcha o son proyectados para diferentes áreas. El BID, por ejemplo, será el principal financiador de una obra que puede lograr una solución al transporte en una zona de acceso a la ciudad. Estamos hablando del proyecto Metrobús. El Banco Mundial financia, por su lado, grandes proyectos de construcción como el de la primera planta de tratamiento de aguas residuales que implica una serie de obras de ensanchamiento de tuberías en varios barrios de Asunción que está en pleno desarrollo.
Estos hechos concretos no pueden ser desconocidos por la clase política y por quienes en un periodo anterior ocuparon cargos importantes con la aparente intención de ayudar al país, pero dilapidaron tiempo en detrimento de la gente, sobre todo de la franja más sensible. En ese contexto, se debe decir que no dejan de sorprender actitudes incoherentes y mezquinas, asumidas de acuerdo al interés político de turno.
Pero hay que avanzar. El país necesita de la fuerza de todos los paraguayos que desean realmente el crecimiento. Y, aunque hay mucho que mejorar y cambiar, a decir del ministro de Hacienda, la situación económica actual y nuestras perspectivas para fin de año y para el 2017 son buenas. El ministro está en lo cierto cuando sostiene que todavía hay grandes desafíos por delante, pero una gestión macroeconómica responsable y prudente seguirá permitiendo a Paraguay mantener los niveles de crecimiento, que es lo que todos deseamos.
El ministro de Hacienda habla de un momento histórico que vive el país y grafica diciendo que Paraguay puede desprenderse de las economías de Brasil y Argentina. Eso en absoluto debe entenderse como un aislamiento, sino todo lo contrario, debe darse con una mayor conexión económica, en iguales condiciones, que permita al país seguir creciendo. Paraguay indudablemente está cambiando y esa es una buena noticia que debe ser compartida, muy a pesar de quienes hoy fungen de asesores de políticos que ya solo miran el 2018. LN