El sector privado y el público están jugando un papel de suma importancia en Paraguay, principalmente en lo que es la zona urbana, ya que se encuentran preparando obras de altas magnitudes para poder acoger empresas y personas en los próximos años. A pesar del esfuerzo realizado en los últimos años por los gobiernos, podrían quedarse cortos con las obras que van realizando, ya que cada vez habrá menos personas en la zona rural.
Según las perspectivas realizadas por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos, hoy en día viven cerca de 4 millones de personas en el área urbana, mientras que en 16 años serán 5,4 millones de personas. Es decir, todas las áreas urbanas en Paraguay deben estar preparadas para recibir un millón y medio de personas en unos 16 años.
El informe de la DGEEC resalta las características demográficas de la población, que pueden limitar, potenciar o condicionar políticas de desarrollo rural, planes de vivienda o remodelación de áreas urbanas, proyectos de inversión o de estímulo al empleo, etc.
Debido a la migración de origen rural, la gran mayoría de los países menos desarrollados ha experimentado un enorme crecimiento de sus poblaciones urbanas. Las consecuencias económicas y sociales del crecimiento urbano se consideran frecuentemente como negativas. Se menciona el desempleo y subempleo, las viviendas marginales, las familias en situación de extrema pobreza y la imposibilidad de proveer de servicios básicos a una población que crece rápidamente. Por otra parte, algunos autores afirman que la racionalidad económica del crecimiento urbano no es siempre advertida, ya que este puede constituir un importante factor de desarrollo económico.
Es decir, el Gobierno debe preparar un plan para poder contener a esta masa de personas que se irán insertando en esta área, para hacerlo debe buscar la forma de poder generar empleo formal en grandes cantidades para evitar que no se expandan los círculos de pobreza.
Entre los fundamentos explicados por qué se da este factor, la DGEEC explicó: “generalmente se considera que la urbanización está relacionada con la expansión de las actividades económicas ligadas a la industria y los servicios, como así mismo a un aumento de la productividad del trabajo en la agricultura. Sin embargo, muchos países menos desarrollados han experimentado un proceso sustancial de urbanización a pesar de una industrialización limitada, debido al desplazamiento a lugares urbanos de un gran número de personas de áreas rurales Esta emigración pudo haber sido el resultado de la expulsión de mano de obra agrícola, causada, a su vez, por una mecanización del agro”.
Paraguay, además de estar atravesando por el momento de crecimiento poblacional del área rural, también tiene a favor el bono demográfico, que significa que la mayor cantidad de la población está en edad de trabajar. Ambos factores no son atemporales, esto significa que la situación se va a revertir tarde o temprano y debe ser aprovechado de la forma en la que su legado trascienda la mayor cantidad de años posibles, ya que el desperdicio de una buena cantidad de mano de obra joven significará en unos años un alto desempleo, pobreza y una alta carga económica que a los siguientes gobiernos le costará poder solucionar.
Sobre el empleo el informe resalta que “A menos que el crecimiento futuro de la economía paraguaya sea sustancial y capaz de generar más empleos de los que ha estado generando durante los últimos años, la situación no es optimista. El crecimiento de la población en edad de trabajo estimado en estas proyecciones impone un enorme desafío a la economía paraguaya ya que exigirá la creación de fuentes de trabajo capaces de absorber el número creciente de personas que pasan a engrosar la fuerza de trabajo. Lo importante es dilucidar cómo se va a absorber ese crecimiento poblacional. Es necesario reconocer que las soluciones a estos problemas son de carácter económico y político”.
Santiago Zavattiero
El sector privado y el público están jugando un papel de suma importancia en Paraguay, principalmente en lo que es la zona urbana, ya que se encuentran preparando obras de altas magnitudes para poder acoger empresas y personas en los próximos años. A pesar del esfuerzo realizado en los últimos años por los gobiernos, podrían quedarse cortos con las obras que van realizando, ya que cada vez habrá menos personas en la zona rural.
Según las perspectivas realizadas por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos, hoy en día viven cerca de 4 millones de personas en el área urbana, mientras que en 16 años serán 5,4 millones de personas. Es decir, todas las áreas urbanas en Paraguay deben estar preparadas para recibir un millón y medio de personas en unos 16 años.
El informe de la DGEEC resalta las características demográficas de la población, que pueden limitar, potenciar o condicionar políticas de desarrollo rural, planes de vivienda o remodelación de áreas urbanas, proyectos de inversión o de estímulo al empleo, etc.
Debido a la migración de origen rural, la gran mayoría de los países menos desarrollados ha experimentado un enorme crecimiento de sus poblaciones urbanas. Las consecuencias económicas y sociales del crecimiento urbano se consideran frecuentemente como negativas. Se menciona el desempleo y subempleo, las viviendas marginales, las familias en situación de extrema pobreza y la imposibilidad de proveer de servicios básicos a una población que crece rápidamente. Por otra parte, algunos autores afirman que la racionalidad económica del crecimiento urbano no es siempre advertida, ya que este puede constituir un importante factor de desarrollo económico.
Es decir, el Gobierno debe preparar un plan para poder contener a esta masa de personas que se irán insertando en esta área, para hacerlo debe buscar la forma de poder generar empleo formal en grandes cantidades para evitar que no se expandan los círculos de pobreza.
Entre los fundamentos explicados por qué se da este factor, la DGEEC explicó: “generalmente se considera que la urbanización está relacionada con la expansión de las actividades económicas ligadas a la industria y los servicios, como así mismo a un aumento de la productividad del trabajo en la agricultura. Sin embargo, muchos países menos desarrollados han experimentado un proceso sustancial de urbanización a pesar de una industrialización limitada, debido al desplazamiento a lugares urbanos de un gran número de personas de áreas rurales Esta emigración pudo haber sido el resultado de la expulsión de mano de obra agrícola, causada, a su vez, por una mecanización del agro”.
Paraguay, además de estar atravesando por el momento de crecimiento poblacional del área rural, también tiene a favor el bono demográfico, que significa que la mayor cantidad de la población está en edad de trabajar. Ambos factores no son atemporales, esto significa que la situación se va a revertir tarde o temprano y debe ser aprovechado de la forma en la que su legado trascienda la mayor cantidad de años posibles, ya que el desperdicio de una buena cantidad de mano de obra joven significará en unos años un alto desempleo, pobreza y una alta carga económica que a los siguientes gobiernos le costará poder solucionar.
Sobre el empleo el informe resalta que “A menos que el crecimiento futuro de la economía paraguaya sea sustancial y capaz de generar más empleos de los que ha estado generando durante los últimos años, la situación no es optimista. El crecimiento de la población en edad de trabajo estimado en estas proyecciones impone un enorme desafío a la economía paraguaya ya que exigirá la creación de fuentes de trabajo capaces de absorber el número creciente de personas que pasan a engrosar la fuerza de trabajo. Lo importante es dilucidar cómo se va a absorber ese crecimiento poblacional. Es necesario reconocer que las soluciones a estos problemas son de carácter económico y político”.
Santiago Zavattiero
El sector privado y el público están jugando un papel de suma importancia en Paraguay, principalmente en lo que es la zona urbana, ya que se encuentran preparando obras de altas magnitudes para poder acoger empresas y personas en los próximos años. A pesar del esfuerzo realizado en los últimos años por los gobiernos, podrían quedarse cortos con las obras que van realizando, ya que cada vez habrá menos personas en la zona rural.
Según las perspectivas realizadas por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos, hoy en día viven cerca de 4 millones de personas en el área urbana, mientras que en 16 años serán 5,4 millones de personas. Es decir, todas las áreas urbanas en Paraguay deben estar preparadas para recibir un millón y medio de personas en unos 16 años.
El informe de la DGEEC resalta las características demográficas de la población, que pueden limitar, potenciar o condicionar políticas de desarrollo rural, planes de vivienda o remodelación de áreas urbanas, proyectos de inversión o de estímulo al empleo, etc.
Debido a la migración de origen rural, la gran mayoría de los países menos desarrollados ha experimentado un enorme crecimiento de sus poblaciones urbanas. Las consecuencias económicas y sociales del crecimiento urbano se consideran frecuentemente como negativas. Se menciona el desempleo y subempleo, las viviendas marginales, las familias en situación de extrema pobreza y la imposibilidad de proveer de servicios básicos a una población que crece rápidamente. Por otra parte, algunos autores afirman que la racionalidad económica del crecimiento urbano no es siempre advertida, ya que este puede constituir un importante factor de desarrollo económico.
Es decir, el Gobierno debe preparar un plan para poder contener a esta masa de personas que se irán insertando en esta área, para hacerlo debe buscar la forma de poder generar empleo formal en grandes cantidades para evitar que no se expandan los círculos de pobreza.
Entre los fundamentos explicados por qué se da este factor, la DGEEC explicó: “generalmente se considera que la urbanización está relacionada con la expansión de las actividades económicas ligadas a la industria y los servicios, como así mismo a un aumento de la productividad del trabajo en la agricultura. Sin embargo, muchos países menos desarrollados han experimentado un proceso sustancial de urbanización a pesar de una industrialización limitada, debido al desplazamiento a lugares urbanos de un gran número de personas de áreas rurales Esta emigración pudo haber sido el resultado de la expulsión de mano de obra agrícola, causada, a su vez, por una mecanización del agro”.
Paraguay, además de estar atravesando por el momento de crecimiento poblacional del área rural, también tiene a favor el bono demográfico, que significa que la mayor cantidad de la población está en edad de trabajar. Ambos factores no son atemporales, esto significa que la situación se va a revertir tarde o temprano y debe ser aprovechado de la forma en la que su legado trascienda la mayor cantidad de años posibles, ya que el desperdicio de una buena cantidad de mano de obra joven significará en unos años un alto desempleo, pobreza y una alta carga económica que a los siguientes gobiernos le costará poder solucionar.
Sobre el empleo el informe resalta que “A menos que el crecimiento futuro de la economía paraguaya sea sustancial y capaz de generar más empleos de los que ha estado generando durante los últimos años, la situación no es optimista. El crecimiento de la población en edad de trabajo estimado en estas proyecciones impone un enorme desafío a la economía paraguaya ya que exigirá la creación de fuentes de trabajo capaces de absorber el número creciente de personas que pasan a engrosar la fuerza de trabajo. Lo importante es dilucidar cómo se va a absorber ese crecimiento poblacional. Es necesario reconocer que las soluciones a estos problemas son de carácter económico y político”.
5DIAS