Un emotivo momento se vivió ya hacia el final de la celebración central en honor a la Virgen de Caacupé, cuando los padres de Bianca, una pequeña de menos de un año diagnosticada con una rara enfermedad, se dirigieron a los feligreses.
Tania Maíz Villalba y José María Patiño Talavera, padres de la menor con Atrofia Muscular Espinal, una enfermedad que requiere de un costoso tratamiento, tuvieron un lugar en el escenario de la Basílica Santuario e incluso pudieron usar el micrófono para manifestar sus inquietudes.
La mamá contó que necesita la colaboración de todo el pueblo para que su hija acceda a un tratamiento que será la cura de la pequeña y sin el cual solo le dan dos años de vida. “Todos somos Bianca”, insistió entre llantos, mientras entre los feligreses pedían a gritos que el gobierno se haga cargo.
Con firmeza, Tania relató que desde el Ministerio de Salud les dijeron que ya no podrán proveerle las dosis de vacuna que necesitará el próximo año.
Cada dosis de la vacuna que precisa para salvar su vida cuesta G. 100 millones; la beba necesita 3 dosis al año. EXTRA