A pesar de haber abandonado su lugar de trabajo durante más de ocho años, Gisele Mousques, esposa de Darío Filártiga -hombre cercano al presidente de la República, Horacio Cartes- recibirá unos G. 2.000 millones de indemnización gracias a un fallo de la Corte Suprema de Justicia contra Teledifusora Paraguaya S.A., propiedad del emprendedor Christian Chena, dueño del programa periodístico “AAM, Algo Anda Mal”.
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Darío Filártiga, asesor presidencial, y su esposa, Gisele Zuni Mousques.
El de Gisele Mousques es, probablemente, un caso único entre cientos del Derecho Laboral. Esta mujer, esposa del influyente político cartista Darío Filártiga, dejó de asistir a su lugar de trabajo durante ocho años; sin embargo, un día decidió reaparecer y exigir no solo su reposición sino que también una millonaria indemnización luego de que sus empleadores la despidieran como consecuencia de su larga ausencia.
Pero, vayamos por partes.
Gisele Zuni Mousques se desempeñó como presentadora de algunos programas televisivos de Canal 13 durante la década de los ‘90. En julio de 2000, cuando su esposo, Darío Filártiga, se encontraba al frente del Instituto de Previsión Social (IPS), – una administración duramente cuestionada- decidió solicitar permiso por el plazo de cuatro meses.
Una vez cumplido ese plazo, Mousques no volvió a presentarse a su puesto de trabajo.
En agosto de 2008, ocho años después de haber pedido permiso de cuatro meses y luego de que Canal 13 fuera adquirido por el grupo Chena, encabezado por el emprendedor Christian Chena, Mousques decidió que era tiempo de presentarse nuevamente a su viejo lugar de trabajo.
Sin embargo, al llegar al lugar todos quedaron sorprendidos debido a que la nueva administración nada sabía sobre la situación. Dos meses después, en octubre de 2008, decidió presentar una denuncia por despido injustificado, solicitando su resposición en el lugar de trabajo y una millonaria indemnización en concepto de salarios caídos y otros detalles más.
Los puntos llamativos
En la denuncia planteada por Mousques y en la que tuvo como abogado a su marido, Darío Filártiga, la presentadora asegura que el permiso que se le había concedido finalizaba recién el 31 de julio de 2008. En realidad, el permiso había sido solicitado el 21 de julio de 2000 y finalizó el 21 de noviembre de ese mismo año.
Es decir, Mousques decidió presentarse 7 años y nueve meses después de que ese permiso venciera. En otras palabras, fue ella misma quien decidió dejar de asistir a su lugar de trabajo.
En el mismo documento de la demanda, Mousques afirma haberse presentado ante la nueva directora del canal, Patricia Chena y que fue ésta última quien le comunicó que ya no formaba parte del plantel de la empresa y que había sido despedida. Sin embargo, de acuerdo a documentos migratorios, Patricia Chena se encontraba fuera del país, más específicamente en Estados Unidos, en la fecha en la que Mousques dice haber conversado con ella ¿Cómo pudo haber sido posible entonces esta cuestión?
Además, la acción fue presentada casi ocho años después de que Mousques decidiera desvincularse ella misma de Canal 13, por lo que los plazos establecidos para acciones judiciales ya habían prescrito.
Otro punto por demás llamativo es que en su denuncia, Mousques aseguraba percibir mensualmente unos G. 11.700.000, cuando su sueldo, según lo documentado, era muy inferior a la señalada suma.