El empresario Darío Messer, conocido como el “cambista de los cambistas”, tiene intenciones de cerrar cuanto antes un acuerdo con la Policía Federal del Brasil para ser beneficiado con la delación premiada. El medio brasileño que dio a conocer esta información asegura que, si “canta”, causará un “terremoto”.
Darío Messer, involucrado en el caso Lava Jato y conocido en el país como “el hermano del alma” del expresidente Horacio Cartes, dejó su celda en el penal Bangu 8 de Brasil para reunirse con representantes de la Policía Federal de ese país, asegura el medio brasileño O Globo.
De acuerdo con el reporte, el “cambista de los cambistas” dio allí testimonio con la intención de cerrar un acuerdo con la Policía y así ser beneficiado con la delación premiada, una figura judicial del vecino país con la cual, si el procesado colabora con la Justicia, puede recibir sanciones menos gravosas.
“Si realmente dice lo que sabe, causa un terremoto”, sostiene O Globo en su informe de este domingo. Añade que Messer aún no informó sobre su red de negocios, sino que más bien intenta cerrar un acuerdo con las autoridades para recibir algún beneficio en el proceso en su contra.
El medio brasileño también resalta que la red de negocios de Darío Messer incluye a empresarios, deportistas e incluso políticos brasileños y del exterior. Como ejemplo de este último aspecto, O Globo puntualiza que el “cambista de los cambistas” es amigo íntimo del expresidente Horacio Cartes.
Messer había sido detenido el pasado 31 de julio en el exclusivo barrio Los Jardines de San Paulo, a las 16:40 aproximadamente. Estaba alojado en la casa de su pareja. Era buscado por la justicia del Brasil por una megaoperación de lavado de dinero que alcanza una cifra de US$ 1.652 millones.
Entretanto, en Paraguay, los fiscales René Fernández y Alba Cantero habían imputado en abril pasado a Darío Messer, Dan Wolf Messer, Juan Pablo Jiménez Viveros (quien intentó cambiar los cheques en el Banco Nacional de Fomento) y Adolfo Granada (quien formaba parte de los paquetes accionarios de las empresas), todos por lavado de dinero y asociación criminal.