El neumólogo del Ineram José Fusillo indicó que es terrible la carga sobre los hospitales ante el elevado número de pacientes con Covid-19 que acuden. Comparó la situación de los médicos como el Titanic que se va hundiendo mientras los músicos siguen tocando.
El Dr. José Fusillo, presidente de la Sociedad Paraguaya de Neumología, indicó al canal Gen que hace más de un mes que registran una saturación y colapso en el Ineram, pese a la habilitación de un pabellón más, el cual rápidamente se ocupó en su totalidad. Se prevé que un pequeño espacio también sea reacondicionado para permitir recibir a más pacientes con Covid-19 en ese lugar de referencia.
“Hoy nosotros tenemos a más de 18 pacientes esperando por una cama o por una silla simplemente. Tenemos a 10 pacientes en sillones y sillas actualmente. Esta es una realidad diaria y se hace complicado cuando te llaman incluso conocidos a pedir un lugar para sus familiares, es frustrante tener que decir que no”, comentó.
Si bien espera que las medidas adoptadas en la Semana Santa permitan alivianar la situación, dijo que las restricciones no se cumplieron a rajatabla y explicó que hacer cuarentena solo por siete días tampoco tendrá un impacto muy grande. “Es insostenible sostener una cuarentena prolongada, no hay ni credibilidad política para implementarla, habrá un costo sanitario porque se sigue cargando el peso a los hospitales y los profesionales sanitarios que están muy agotados. Nos sentimos como la banda del Titanic, seguimos tocando mientras el barco se sigue hundiendo”, indicó.
Por otra parte, dijo que las vacunas indias tienen un 81% de efectividad y están recibiendo la aprobación de varios organismos internacionales. Respecto a la negativa de Brasil, argumentó que este país tiene una fuerte implicancia política al adoptar sus decisiones. “Hoy por hoy Brasil no es ejemplo en ninguna arista de la toma de decisiones, tanto para el tratamiento o las vacunas, tuvieron un sesgo importante”, agregó.
Por último fue consultado sobre el Baricitinib, antinflamatorio muy requerido en casos Covid y cuyo costo ronda los G. 10 millones. Al respecto Fusillo dijo que al usarlo con el Rendensivir, también muy costoso (G. 6 millones por seis ampollas), reduce los días de internación, pero no se pudo demostrar que impida la muerte del paciente. “Veo a los familiares muy desesperados por conseguir ese medicamento, pensando que le va a salvar la vida, sí va a ayudar para que el lapso sea más corto y esté mejor, pero no se demostró que reduzca la mortalidad. No hay que decir a los familiares que si no compran ese medicamento su paciente se va a morir”, aclaró.