Para aprovechar al máximo los beneficios de la actividad física, no solo se debe apostar a una rutina completa, sino también seleccionar el momento del día más adecuado. Lejos de lo que se cree normalmente, no es el horario matutino el mejor para realizar deporte y obtener resultados.
Según un estudio realizado por la Universidad de Sydney, que fue publicado por la revista científica “Diabetes Care”, las prácticas deportivas entre las seis de la tarde y las doce de la noche reportan mejores resultados. Entre las ventajas de hacer ejercicio por la tarde, se destaca el riesgo más bajo de muerte prematura por eventos cardiovasculares debido a la mayor regulación de la presión arterial.
Caminar durante el atardecer también tiene otras ventajas. Con temperaturas más frescas y un ambiente tranquilo, esta opción puede ser especialmente beneficiosa para dejar atrás el estrés de la jornada y relajarse para luego ir a dormir tranquilo. Se trata de la opción ideal para hacerle frente al insomnio.
Además del horario, también se debe optar por una rutina moderada, que puede incluir caminatas rápidas, baile, natación o ejercicios de pesas. Ya con la supervisión de un entrenador profesional, con el tiempo, se puede optar por opciones más demandantes como el trote, las corridas, clases aeróbicas intensas y más.
Más allá de la actividad física que se elija, antes de comenzar la práctica es fundamental realizarse un chequeo médico para constatar el estado del organismo: desde electrocardiogramas hasta análisis generales. Con estos resultados, el profesional podrá otorgar su “visto bueno” para comenzar con cualquier rutina.
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