De los 263 municipios, solo 23% de ellos tienen permiso ambiental para un espacio de disposición final, pero tampoco operan como se debe en sitios seguros para reciclaje y cobertura diaria, afirma Mades.
El problema de la inadecuada gestión de basuras domiciliarias se genera, en la mayoría de los casos, desde el punto de origen ante la falta de separación por tipo de residuos, y la situación es aún más compleja en la disposición final.
La falta de separación de basura por categoría dificulta la tarea de los recicladores, conocidos a nivel local como gancheros, y a ello se suma que no cuentan con la infraestructura segura para realizar la tarea de segregación en los sitios de disposición final. Así lo describió el ingeniero químico Ovidio Espínola, técnico de la Dirección de Calidad Ambiental del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades).
El tercer punto de incumplimiento que citó, para una adecuada gestión de los desechos, es la falta de cobertura diaria que debe realizarse en los rellenos sanitarios.
“Uno de los criterios que sí o sí se requieren para considerar como relleno sanitario es que la basura que se lleva en el día debe esparcirse en capas dentro del sitio de disposición final y tiene que tener una cobertura diaria de tierra. Esa operación, ninguno de los vertederos habilitados en Paraguay la está haciendo”, declaró el funcionario del Mades.
La cobertura diaria, explicó, es una exigencia para minimizar la emisión de olores desagradables, la proliferación de vectores, evitar el contacto directo del agua de lluvia con la basura y minimizar la generación del lixiviado (líquido tóxico). Este incumplimiento también propicia la generación de incendios, como ya se registró en varios lugares.
A nivel país, de los 263 municipios, Espínola indicó que solo cerca de 60 localidades cuentan con licencia ambiental aprobada; sin embargo, ninguno cumple con todos los requisitos, principalmente con estos aspectos mencionados.
Existen rellenos municipales como también privados que prestan el servicio tercerizado a varias comunas. Como el caso de Asunción, donde Cateura ahora opera como sitio de acopio y el excedente va a Villa Hayes, tras la concesión a favor del consorcio integrado por El Farol, Tecno Scan SA y Servicios de Ingeniería y Materiales SA.
ELECCIÓN DE TERRENO. Un dilema frecuente que se da en diferentes municipios son las movilizaciones ciudadanas como rechazo al terreno elegido para la instalación del vertedero.
La resistencia contra un vertedero en la comunidad –reconoció Espínola– es por desconfianza, ya que las autoridades municipales generalmente no gestionan de una manera adecuada los rellenos sanitarios. El lugar de emplazamiento se debe realizar teniendo en cuenta el ordenamiento territorial que también es un desafío por cumplir.
Y mientras no exista un sitio habilitado que cumpla con los criterios, se desencadena el problema de los vertederos clandestinos por todos lados, concluyó el funcionario del Mades.