El camino a una ciudad fantasma
Nanawa prácticamente va camino a convertirse en una ciudad “fantasma”, ya que el 90% de sus habitantes abandonó la localidad, en Pdte. Hayes, a consecuencia de la implacable inundación, que hizo imposible que los pobladores sigan viviendo en sus casas.
Solo unas 300 familias, que poseen viviendas de dos pisos, tomaron la decisión de quedarse en el lugar, pese al gran peligro que esto implica, pues las lluvias no dan tregua y la crecida sigue avanzando.
Rocío Portillo, corresponsal de ABC Color en esta zona del país, describió la situación de los damnificados como “desesperante”, ya que los pobladores, en medio del caos, ya no saben a dónde recurrir. El temporal empeora más la situación de los lugareños, que ya están con el agua hasta el cuello. En cuanto a la asistencia de la SEN, la misma es muy escasa y los pobladores están sobrellevando la emergencia a base de donaciones tanto de la Gobernación como de las Fuerzas Armadas, a través de la Fundación María Auxiliadora.
REFUGIADOS EN OTRAS TIERRAS
Los damnificados que salieron del distrito migraron hacia distintos puntos, como la ciudad argentina de Clorinda y la de José Falcón, donde ocuparon barrios como San Francisco, San Miguel. La intendenta de Falcón, Delia Ramírez, realizó gestiones para albergar a gran cantidad de pobladores, que están ubicados en casitas precarias hechas de terciadas y zinc.
Los damnificados están pasando numerosas incomodidades, ya que no hay suficientes sanitarios y la gente se enferma, aunque hay atención médica por parte de la 15ª Región Sanitaria y la clínica móvil de la Gobernación, de acuerdo a los reportes. Los pocos baños portátiles que se tienen, fueron donados por el intendente de Nanawa, Marcelino Núñez.
El servicio de energía eléctrica es otro inconveniente. Desde hace 15 días el suministro está cortado en gran parte de la ciudad. Quienes, a pesar de todo, se resisten a abandonar sus hogares deben abastecerse de agua potable como les sea posible, ya que es un servicio con el que tampoco cuentan. La Junta de Saneamiento no está proveyendo el servicio y la Gobernación está fabricando una especie de motor provisorio para proveer de agua potable.