Fuentes investigativas manejan la información de que ella misma se presentaba como asistente del asesor jurídico. Su figura sería clave para vincular a su esposo militar con el Clan Insfrán.
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A prisión. Alba Lidia Ale está recluida en el Buen Pastor.
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Miguel Insfrán
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Coronel Luis Belotto
Alba Lidia Ale de Belotto, procesada junto a su esposo, el coronel Luis María Belotto, por supuestamente intentar proveer un teléfono celular a Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico, dijo que trabajaba como secretaria del abogado Miguel Ángel Mendieta, que defiende al clan Insfrán.
Alba Lidia tuvo activa participación en el hecho, según se refiere en el acta de imputación.
Se presume que ella habría sido el nexo para que su marido recurra a un oficial que presta servicio en la cárcel de Viñas Cué, para que entregue un teléfono celular al presunto líder del clan Insfrán.
En parte del documento al que tuvo acceso ÚH, la esposa del uniformado, en un primer encuentro insistió al oficial a que acepte un paquete de dinero en un sobre y el teléfono de la marca Iphone.
Ante la negativa del militar, cuya identidad se protege, Belotto y su esposa no claudicaron.
Así, el 27 de mayo, la pareja Belotto-Ale llegó hasta la guardia del penal de Viñas Cué. Bajaron de una camioneta Toyota Hilux, de color rojo, e intentaron depositar una encomienda para el interno Insfrán. El pedido fue negado.
El 29 de mayo, la investigación señala que Alba Lidia se presentó como la secretaria del abogado Mendieta y dejando un paquete de yerba mate y cajas de té, que debían entregarse al mencionado interno. Como la pareja llamaba con insistencia al militar, se realizaron las denuncias y se procedió a grabar las siguientes conversaciones, con autorización judicial, las cuales ahora serán extraídas.
OFRECIMIENTO. El 30 de mayo se dio otra conversación en la cual el coronel Belotto preguntaba con insistencia sobre el paquete que se dejó para el interno.
Ya con la indicación de los investigadores, el oficial le preguntó si continuaba vigente aquello que le habían ofrecido inicialmente y recibió una respuesta afirmativa.
Cuando el oficial preguntó de cuánto se trataba, Belotto le respondió que el detenido –refiriéndose a Insfrán– ”tiene varios ceros a la derecha en su cuenta y que se le proporcionaría lo que necesitaba”.
En otra parte de la conversación le ofrece la suma de G. 10 millones como adelanto, quedando para la entrega de dicho monto el viernes 2 de junio.
Esa noche, en la sede del Comando General del Ejército, fue detenido el coronel Belotto, en un procedimiento encabezado por los fiscales Osmar Legal y Francisco Cabrera, que lo imputaron, tanto a él como a su esposa, por soborno agravado.
La mujer estuvo desaparecida un tiempo pero el 5 de junio, en horas de la mañana, se presentó en la sede de la Unidad Especializada contra Delitos Económicos, ubicada sobre las calles 15 de Agosto y Haedo, en Asunción.
Luego, el juez de garantías Humberto Otazú decretó su prisión preventiva, que debe cumplir en la cárcel de mujeres Casa del Buen Pastor.
Intentamos comunicarnos con el abogado Miguel Mendieta, en varias ocasiones, para saber su versión, pero no fue posible el contacto telefónico, ya que el número de teléfono al que accedimos daba apagado en todo momento.
Ya había estado prófuga de la Justicia
El 22 de octubre de 2009, Alba Lidia Ale fue detenida por agentes de Investigación de Delitos de la Policía en el barrio San Antonio de Luque, luego de permanecer 12 años prófuga.
La investigación señalaba que cuando la misma se desempeñaba como secretaria del Consejo de Administración de la Cooperativa Universitaria habría perpetrado un desfalco de G. 180 millones.
Señala la crónica de la época que la sospechosa negó el hecho, pero fue detenida. Aquella vez, los agentes policiales la llevaron primeramente a la Comisaría de Mujeres, ubicada en Santísima Trinidad, Asunción, luego al Departamento Judicial de la Policía y, finalmente, a la cárcel del Buen Pastor.
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