En octubre del 2018, tanto el mercado regional como internacional sufrieron una fuerte sacudida en el tipo de cambio ante la presión del dólar de EEUU a raíz de nuevas políticas impulsadas por su Banco Central, que llevaron a depreciaciones de varias monedas. En Paraguay, la cotización del billete verde llegó a un pico histórico de G. 6.010, luego de más de 12 años, y a pesar de esto el guaraní fue la moneda que menos perdió terreno ante la moneda norteamericana.
La devaluación local fue de 7,16% entre enero y octubre del 2018, según los datos de Bloomberg Dollar Spot Index, publicados por el analista financiero Federico Callizo Pecci. En la cesta regional, la moneda paraguaya se sitúa con la menor pérdida de valor, seguida por el real brasileño con un 14,12%. Esta moneda recuperó su valor tras las buenas expectativas de los mercados por el equipo económico del presidente electo, Jair Bolsonaro.
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El peso uruguayo cedió su valor en un 14,37%, el peso chileno en un 14,83% y con la mayor devaluación el peso argentino, que perdió 95,13% frente al dólar. La moneda argentina se sitúa así al borde de la crisis cambiaria, situación en la cual estaba envuelta en setiembre, cuando su devaluación superaba 100%.
El Banco Central del Paraguay cuenta con suficiente “colchón” financiero para hacer frente a las fuertes presiones que afectan la cotización del tipo de cambio, de manera a conducir bien su política monetaria que se basa en la estabilización de la inflación. El doctor Carlos Carvallo, miembro del directorio del Banco Central, informó que de enero a octubre se inyectaron al mercado 360 millones de la moneda norteamericana.
La banca matriz informó la semana pasada que el monto de dólares ofertado en concepto de ventas compensatorias (aquellas realizadas como contrapartida o compensación a las compras de divisas que en términos netos realiza el BCP al Ministerio de Hacienda) para este mes es de 5 millones de dólares americanos diarios.
El Central podrá realizar operaciones de divisas en caso de presentarse variaciones del tipo de cambio que no respondan a fundamentos económicos, aclararon.
LA NACION
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