El doctor José Fusillo, presidente de la Sociedad Paraguaya de Neumología y médico del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente Juan Max Boettner (Ineram), señaló que aumentó el ingreso diario de pacientes en los hospitales debido a enfermedades respiratorias, entre ellas por COVID-19, que se traduce en una mayor preocupación del personal de blanco.
En ese sentido, manifestó que los números de internación aumentan de manera muy rápida, lo que equivale a una alta ocupación de camas en los hospitales. Cree que aún no se debe avanzar de fase en la cuarentena inteligente ante la creciente circulación comunitaria del coronavirus.
“Estamos teniendo un promedio de ingreso muy alto de forma diaria, en el sentido de enfermedades respiratorias. Para que tengas una idea, entre el lunes y martes tenemos un promedio de 11 a 14 internados por día, de los cuales debemos esperar sus resultados para saber cuántos de ellos son realmente por COVID-19”, expresó Fusillo en contacto con 1000 AM.
Indicó que, de 10 personas que ingresan a internación, 2 de ellas dan positivo a la muestra por COVID-19; es decir, el 20% resulta contagiado con el virus. “Creo que esta semana esos números van a ser un poco más altos, de 10 vamos a tener 3 o 4 positivo, por las características de los pacientes que son más sospechosos”, afirmó Fusillo.
Recomienda mantener la fase 3
Lamentó que el virus haya ingresado a barrios carenciados, lo que resulta muy peligroso debido a la densidad poblacional en estas zonas vulnerables de Asunción y Área Metropolitana. Señaló que existe un relajo por parte de la ciudadanía y culpó al cansancio, la rebeldía o la desconfianza contra las autoridades sanitarias debido a la mala administración de recursos económicos.
Fusillo considera que la ciudadanía no está aún preparada para avanzar a la fase 4 de la cuarentena inteligente, cuyo inicio está marcado para el próximo lunes 20 de julio. Así también, señaló que “la responsabilidad social es fundamental” de ahora en adelante para mitigar los riesgos de contagio y lograr “convivir” con el COVID-19.
“Probablemente no estemos preparados, en cuanto a la población general, para pasar a una siguiente fase de reuniones y de más compartimiento social. Son lugares donde los controles son totalmente nulos, depende mucho de la responsabilidad social de cada uno, que me preocupa. Esa parte vemos está un poco deteriorada, no sé por cansancio, problemas económicos o desconfianza”, expresó Fusillo. La Nacion