Carlos Martini confesó que recurre a un tratamiento psiquiátrico y alborotó a sus seguidores en el Twitter.
“¿Será que es feliz viviendo solo?”, se preguntan muchos sobre la solitaria vida de Carlos Martini. Con un tuit, él habló de la ayuda psiquiátrica a la que se somete. Cuenta en qué momento su vida entró en un “bosque sombrío”.
Carlos, querido periodista de la RPC, líder en el rubro de noticieros del mediodía, publicó un curioso tuit en la noche del miércoles, mientras tomaba su infaltable café. Habló de su tratamiento psiquiátrico. Ya lo había hecho en ocasiones anteriores, pero sin entrar en muchos detalles.
“Voy al psiquiatra y estoy medicado”, escribió el hombre cuya decisión de vivir en soledad, sin pareja, siempre despertó curiosidad e instaló un aire de misterio sobre él.
Además del psiquiatra, en su biblioteca, donde se encierra hasta las madrugadas, con música y lectura, logra calmar sus angustias.
“Un tuit anoche de Rosario González sobre lo difícil que es para un sector de la población admitir un tratamiento psiquiátrico tuvo mucha repercusión”, comentó y habló de su caso particular.
“Nunca oculté (que va al psiquiatra). Mi hermana Ana fue clave. No soy un superhéroe. Pudo ser peor”, dijo. ¿En qué momento entró en depresión o en la necesidad de buscar ayuda? Para el periodista hay un antes y un después en su vida. Y tiene que ver con su mamá.
“Mi vida entró en un bosque sombrío en noviembre del 2014 cuando mamá cayó en una enfermedad idéntica al Alzheimer. Perdí una compañera y amiga. Yo vivo con ella”, dijo.
De hecho, no vivía en una soledad total, porque su mamá era su compañía, sigue con él, pero con el problema de salud que mencionó. “Mi existencia pareció quebrarse. Pero aquí estoy, como decía Benedetti, roto pero entero”, agregó.
La confesión de Carlos Martini generó un tsunami de respuestas de sus seguidores. Muchos le felicitaron, otros tantos le contaron que tienen el mismo problema.
Martini es sociólogo, periodista, docente y escritor. “Pero hay un rostro en particular que es el que refleja mi mundo personal: mis obsesiones, dolores, pérdidas, anhelos, derrotas, caídas, alegrías, el de una persona depresiva que busca con el humor y la cultura escapar de mi perenne melancolía. Es mi rostro sin tantas máscaras. Y este costado es el que muestro en mis redes”, dijo Martini a Crónica.
“Yo era un opositor radical y frontal a las redes sociales hasta noviembre del 2014. Mamá cayó en una grave enfermedad parecida al Alzheimer.
Era mi gran amiga. Y descubrí en las redes un puente para atravesar tanta desolación”, agregó. Fuente: Diario Crónica.