Para el ministro de Defensa del Brasil, Raul Jungmann, el enfrentamiento que acabó en la muerte del capo del narcotráfico Jorge Rafaat Toumani, en Pedro Juan Caballero, es preocupante para la seguridad del vecino país debido a la organización y al poder utilizados por los grupos rivales.
El secretario de Estado hizo énfasis en la precisión del ataque así como el arma utilizada (una ametralladora M2 .50) en el atentado contra el ex hombre fuerte de la frontera.
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“Este tipo de armamento demuestra que estos grupos, además de organizados, utilizan un tipo de arma que nos preocupa muchísimo. Por eso, Brasil necesita cooperación con otros países para neutralizar el comercio de armas”, aseguró Jungmann en declaraciones divulgadas por el portal G1 de la Globo, realizadas en Foz de Yguazu este viernes, donde acompañó algunas de las acciones realizadas por los militares en el marco de la Operación Ágata.
Agregó que esta es la preocupación principal porque la misma representa “un atentado a la seguridad de nuestras poblaciones”, dijo en referencia a los países de la región que se ven amenazados por la acción de estos grupos mafiosos.
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Esta es la primera vez que una alta autoridad del gobierno de Michel Temer se pronuncia sobre la violenta y sangrienta emboscada contra el hombre fuerte que operaba en la frontera entre Pedro Juan Caballero y Ponta Porá. Aunque Jungmann no nombró al Primer Comando Capital (PCC), sus expresiones coinciden con los datos de inteligencia de nuestro país que señalan que detrás del ataque estarían elementos de esta organización y que la motivación tiene que ver con el control del tráfico de armas y de drogas en la zona.
A pesar de la gravedad de la situación y la preocupación misma del gobierno así como de los habitantes de las ciudades brasileñas limítrofes con el Amambay, Jungmann admitió que el Ejército del Brasil no está en condiciones hoy por hoy de militarizar la frontera.
“El país vive un estancamiento financiero y todo eso se refleja en la cuestión de aumentar los efectivos para controlar la frontera. El Ejército dispone de recursos humanos, logísticos y demás para hacer el trabajo, pero sólo falta voluntad política”, precisó.
Rey de la frontera
Rafaat había sido condenado por la justicia brasileña por tráfico internacional de drogas en el 2014, pero vivía en Pedro Juan Caballero como un empresario exitoso. Era conocido como “el rey de la frontera” y había sido condenado por el juez federal Odilon de Oliveira. Los pobladores tanto de la capital del Amambay como de Ponta Porá se quedaron asustados tras el atentado.lLA NACION
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